El ministro de Marina Mercante, Costis Mousouroulis, ordenó el pasado martes que la Armada y los guardacostas griegos obligaran a los barcos a trabajar con la amenaza de detener y encarcelar a los huelguistas que se negaran. El puerto de Pireo se produjeron numerosos actos de violencia ante la resistencia de los marinos a resignarse a la orden del Gobierno.
“Denunciamos y condenamos la orden del Gobierno, por ser antidemocrática y anticonstitucional”, ha afirmado en un comunicado el sindicatos de marinos, PNO, anunciando una próxima huelga si el Gobierno entra en el Parlamento un proyecto de ley que pretende debilitar la acción de los sindicatos.
Los marinos en huelga pedían salarios atrasados y la retirada del proyecto de ley. El sindicato PNO tiene una gran influencia en los buques de cabotaje, muy importantes por los tráficos de pasajeros con la islas griegas, y poca implantación en los buques que realizan navegaciones por aguas exteriores, la mayoría de la marina mercante griega.