En primer lugar la carga en los buques de HANJIN. Miembro del grupo CKYHE, Hanjin llevaba (lleva) a bordo de sus buques mercancías contratadas por la propia compañía y la de los miembros de su alianza que tienen acordado un slot en los buques de la naviera.
Con varios buques detenidos y alguno embargado, la posición de estas mercancías es, por lo menos, delicada. Es de esperar que las terminales de contenedores con las que HANJIN tiene firmados contratos de manipulación no utilicen la mercancía que se encuentra dentro de los mismos como rehén de las posibles deudas que la naviera puede tener con ellas. Lo iremos viendo. Y, si fuera así, veremos una gran mess como dicen los ingleses, de compleja solución.
La propia naviera, con 37 buques buques portacontenedores propios y 61 en time chárter, con diferentes armadores que desde la primavera han ido aceptando reducciones en el precio del alquiler para poder así ayudar a HANJIN a salir del problema financiero. Seaspan será el principal perjudicado, y al lado Rickmers, entre otros.
La alianza CKYHE, ahora sin la ‘H’ deberá moverse deprisa para no perder posición con los clientes de sus miembros que llevaban contenedores en slot a bordo de los buques de HANJIN; para recuperar el prestigio que tuviera la propia alianza, y para beneficiarse del vacío que la naviera dejará en el mercado: aproximadamente 610.000 TEUs. Al resto de armadores, en general, le vendrá bien si alguien los quita del mercado en un otoño casi congelado como el que se espera del tráfico marítimo Este-Oeste, sobre todo hacia Europa.
Seguramente más de 1.000 tripulantes , y algunos miles más de personal de tierra van a sufrir también las consecuencias. En España, Algeciras, Valencia y Barcelona son las plazas fuertes de HANJIN.