La actividad de transporte generada en torno al tráfico de cruceros es cada vez más intensa, por lo que el puerto de Barcelona ha iniciado esta campaña con el objetivo de controlar que este servicio se realice de forma segura y dentro del marco legal que establece la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre.
Asimismo, estos controles pretenden detectar prácticas no amparadas por la ley que representen un intrusismo para el sector del transporte de viajeros y para el del taxi.
La campaña, que se extenderá durante todo el mes de agosto, se centra en torno al muelle Adosado y al muelle de Barcelona, donde atracan el grueso de buques de crucero. El puerto catalán tiene previsto repetir estos controles a lo largo de toda la temporada crucerística para garantizar que los servicios de transporte que operan en las instalaciones portuarias se ajusten a la normativa.