En este sentido, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha reivindicado «la imperiosa necesidad de que el Corredor Mediterráneo forme parte de manera prioritaria de las agendas de los Gobiernos español y francés», porque se trata de una «prioridad inaplazable» .
Puigdemont ha anunciado que en las próximas semanas se hará una reunión en Valencia con los Gobiernos valenciano, balear y también en sintonía con los de Murcia y Andalucía y muy significativamente de la región de Almería, para demostrar «el gran y creciente consenso interregional» y «constatar en la práctica lo que representa el retraso de Corredor Mediterráneo».
El mensaje en Madrid se conciso: «Queremos que el Gobierno escuche la voz de Europa, de la sociedad diversa y plural, con empresarios, instituciones, sindicatos, universidades, representantes políticos… que consideramos de manera muy generalizada que es necesaria mayor atención, compromiso y ejecución sin demora de los proyectos que forman parte del tramo del Corredor Mediterráneo».
En esta misma línea, Sixte Cambra, presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona, ha señalado que «desde el puerto expresamos nuestra preocupación por la eficiencia de las operaciones en ferrocarril hacia Francia. Nosotros ya estamos conectados con Francia (somos una prueba piloto) pero es ineficiente para el transporte de mercancías. Hay muchos factores, como el peaje del Pertús, tres sistemas eléctricos y de control diferentes, una pendiente acusada…. Se necesitan con urgencia dos locomotoras y trenes de 750 metros”, ha indicado.
A pesar de todo, según Cambra, “las exportaciones en contenedor en 2015 han aumentado un 52% respecto de la época de precrisis y ahora están creciendo un 11%”. En este sentido, “el Corredor del Mediterráneo tiene una enorme importancia para lograr nuestro objetivo, que es ser la puerta de entrada de las mercancías europeas”.
El jefe del Ejecutivo catalán ha recordado que cerca de 20.000 trenes deberían circular diariamente por el corredor antes del año 2019 y que, actualmente, pasan menos de un millar. «Cuando hablamos de retraso, estamos hablando de pérdida de puestos de trabajo, de competitividad de nuestras economías y de oportunidades en la estrategia de industrialización de nuestro tejido económico». Y eso, zanjó, «tiene consecuencias absolutamente perjudiciales para nuestra gente».
Así, desde la nueva Mesa constituida, en materia de infraestructuras se definirá una agenda de inversiones cierta y creíble acordada con el Estado y la UE. Y, en cuanto a los servicios de transporte y logística y su digitalización, se creará un comité catalán de servicios multimodales.
En el ámbito económico, se analizarán las necesidades en materia de transportes de las diferentes actividades económicas para promover el crecimiento de importaciones y exportaciones.
Y, finalmente, en el terreno comunicativo, se creará y difundirá la marca CMED (Corredor Mediterráneo) como referente mundial. Y, a nivel operativo se creará la oficina catalana del CMED.