Todas esas preguntas son el resultado de los recientes movimientos, durante 2016, de navieras y operadores marítimos; alianzas, fusiones y adquisiciones en general, que hacen que el negocio de la contenerización se centralice, ¿dejando menos ámbito de actuación, quizás, a otros agentes marítimos? Eso es lo que se preguntan.
Los puertos latinoamericanos también se cuestionan si estos cambios podrían reducir sus volúmenes de carga o si, en cambio, podrían potenciar el comercio intrarregional al verse afectados los hubs de América Central y la costa Oeste de Sudamérica.
Las dos caras de la moneda de la digitalización
Además del panorama político que experimenta el mundo marítimo, también se hará referencia durante el congreso a las consecuencias de las nuevas soluciones digitales que, además de integrar a la comunidad portuaria en todo el proceso de transferencia de datos e información a través de las novedosas tecnologías de automatización, como aspecto positivo, no se sabe hasta qué punto las mismas pueden afectar de otra manera con, por ejemplo, el e-commerce, cuyo objetivo al fin y al cabo es eliminar intermediarios.
Además del programa de ponencias y sesiones técnicas que acogerá el congreso, éste ofrecerá una serie de actividades sociales y de networking, así como un espacio dirigido a la muestra comercial donde participan las empresas proveedoras más representativas de la industria.