El VIKING es uno de los seis pesqueros denunciados por Sea Shepherd debido a la pesca ilegal de la vulnerable merluza negra en las aguas que rodean la Antártida, y es el segundo buque que ha sido detenido este mes. Sea Shepherd se refiere a estos pesqueros como Los 6 Bandidos. El barco de Sea Shepherd BOB BARKER está actualmente persiguinedo al más notorio de estos pesqueros, el THUNDER, que antes de ser expulsado estaba abanderado en Nigeria.
Sea Shepherd ha elogiado en un comunicado público la detención del VIKING y espera que las autoridades pertinentes procesen a los propietarios y oficiales, confisquen sus capturas y ordenen el desguace del buque.
El capitán del BOB BARKER, Peter Hammarstedt, recordó que en mayo de 2014, el THUNDER fue detenido en Malasia y a pesar de que fue declarado culpable de pesca ilegal sólo recibió una pequeña multa y se le permitió volver a operar. Siete meses más tarde, el BOB BARKER iknterceptó al THUNDER en el Banco Banzare, en la Antártida, pescando ilegalmente de nuevo. La única manera de garantizar que el VIKING no vuelve a saquear el océano austral es que el buque sea incautado y sus operadores y oficiales arrestados por sus delitos, declaró Hammarstedt .
Además de los delitos de pesca, Sea Shepherd solicita a las autoridades de Malasia que investiguen posibles violaciones de los derechos humanos a bordo del VIKING.
La semana pasada, recordó Sid Chakravarty, del barco de Sea Shepherd, SAM SIMON, hubo un intento de suicidio de un tripulante indonesio de la tripulación del THUNDER. Hemos solicitado el asesoramiento de expertos en derechos humanos que han indicado que probablemente el intento de suicidio está directamente relacionado con las condiciones de explotación que este tripulante ha sufrido a bordo del buque de pesca furtiva. A la luz de esto, y con el amplio conjunto de informaciones que muestran un comercio de esclavos encubierto en las operaciones de pesca ilegal, imploramos a las autoridades de Malasia que hablen con los quince miembros indonesios de la tripulación del VIKING, y también que investiguen a fondo las posibles violaciones a los derechos humanos que hayan podido tener lugar a bordo.
El otro buque pesquero de los seis bandidos, el KUNLUN, detenido en Thailandia, ha sido acusado por la presentación de falsos informes sobre sus capturas. El capitán del buque, José Alberto Zavaleta Salas, se enfrenta además a la acusación de falsificación de abanderamiento y registro del buque. El comerciante que recibió la captura ilegal, South Services, también ha sido imputado por su papel en la importación ilegal de pescado a Tailandia, según Sea Shepherd.
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