Salvo algunas voces lúcidas, recuerdo ahora la de Rodrigo de Febrer, el mundo marítimo de Cataluña sacó pecho tirando piedras contra el barco. “No pasará” corearon. De modo que el barco no ha podido entrar en puerto. Alegan quienes lavan su conciencia con gestos low cost que el C STAR, ex WERE DREAMS y ex SUUNTA, es un barco facha o neonazi dedicado a obstaculizar la labor de salvamento de inmigrantes en el mar que realizan numerosas organizaciones humanitarias (ONGs). ¿Un barco facha? Aunque suene a disparate hemos de tener en cuenta que el calificativo resulta un anatema que muchos irresponsables consideran definitivo e inapelable. Cierto es que se usa de forma trivial, incluso absurda y desde luego arbitraria, pero ya digo, estos son tiempos de confusión y a nadie le llama la atención que pueda existir un barco facha.
Que yo sepa el C STAR todavía no ha entrado en acción y las denuncias contra él están basadas en la oscura personalidad del propietario y en sus declaraciones contra la llegada de inmigrantes ilegales a los países europeos, un tema éste de creciente predicamento en Europa en los últimos años como acaba de verse en las elecciones al parlamento de la República Federal Alemana. Pero, sobre todo, los bienpensantes parecen haber olvidado que dentro del barco había personas, tripulantes contratados -no voluntarios- que cogieron al vuelo una oportunidad laboral para navegar en un barco viejo, oxidado y equívoco; un trabajo tal vez poco honorable -que cada cual le dé el significado que quiera a la palabra- pero legal y legítimo.
Según Equasis, el C STAR es un buque dedicado a la investigación (research vessel), construido en 1975 y abanderado ahora en Mongolia, propiedad desde febrero de 2017 de Maritime Global Services Ltd, una empresa de Egertröm con sede en Cardiff, Reino Unido. Un barco pequeño en términos mercantes: 40 metros de eslora y 9 de manga, con 422 GT.
El barco se haya fondeado en Palamós, con la tripulación a bordo, sin víveres ni suministros. La Cruz Roja, por medio de un barco de Sasemar, le llevó agua y comida; y está previsto que hoy repitan la operación. El capitán marítimo de Palamós, José Ramón Trancón, y el subdirector general de Seguridad e Inspección Marítima, José Luis García Lena, se han dirigido a Ports de la Generalitat solicitando que autoricen el atraque del barco por razones humanitarias y a fin de evitar “situaciones peligrosas”. Todavía no hay respuesta.