A lo largo de la campaña, los científicos a bordo obtendrán datos para determinar índices de abundancia de las distintas especies. Con estos resultados, se describirán patrones de distribución de cada especie estudiada, así como la fuerza de los reclutamientos a la pesquería, juveniles, e información clave sobre crecimiento y reproducción. Estos estudios de campo se complementán con muestreos y prospecciones acústicas destinadas a caracterizar fondos. Asimismo, se tomarán muestras para obtener datos de la columna de agua.
Campañas de arrastre de fondo como Porcupine constituyen uno de los principales métodos de estudio directo de las poblaciones pesqueras explotadas por la flota nacional. Son fundamentales para obtener datos independientes de la actividad pesquera, para su análisis y tratamiento en distintos grupos de evaluación científica. Más tarde, las recomendaciones de esos grupos sirven de base para la toma de decisiones en materia de gestión sobre las poblaciones objetivo en los distintos caladeros.
La campaña Porcupine cumple este año su decimosexta edición en este área. Este modelo de campaña comenzó su andadura a propuesta de España, coincidiendo con el comienzo de operatividad del buque oceanográfico VIZCONDE DE EZA. El objetivo desde la primera campaña ha sido aportar informaciones útiles al International Bottom Trawl Survey (IBTS) del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus iniciales en inglés), sobre el banco Porcupine una zona de gran importancia pesquera, como ayuda fundamental para la correcta gestión pesquera y medioambiental de la Unión Europea.