Tras la reducción globalizada de los precios de las precios realizado en marzo del pasado año por parte de las compañías navieras, desde entonces se han producido siete intentos para aumentarlos -lo que equivaldría, aproximadamente a pasar de los 2.800 dólares (de marzo) a los 3.000 dólares por contenedor en el comercio entre Asia y el Norte de Europa.
No obstante, durante este período, el promedio de las tarifas de flete ha disminuido hasta situarse en los 2.400 dólares de principios de enero de este mismo año. Aunque, según el informe, estas cifras no significan un desastre para los transportistas, sí queda demostrado que existe una debilidad fundamental en el mercado, agravada por los bajos volúmenes de carga de los últimos meses del pasado año.
A este hecho se le debe sumar la reticencia de las compañías para ampliar su capacidad en las rutas comerciales entre Asia y la zona del Mediterráneo. De hecho, en la segunda mitad del pasado año la estrategia de las navieras pasó por derivar al norte de Europa entre el 75% y el 85% de la carga contenerizada movida desde Asia.
Esta estrategia de planificación de rutas es, según la consultora, insuficiente, puestos que para subsistir deberían elevar los fletes teniendo en cuenta, además, que se prevé la entrega de cerca de 40 nuevos portacontenedores de, al menos, 10.000 TEUs, durante este mismo año. En este sentido, las compañías tendrán que implementar las nuevas rutas -en un tiempo muy difícil para los cargadores- y sin dañar la relación entre la oferta y la demanda.
Según Drewry, actualmente existen alianzas operacionales en prácticamente todas las rutas comerciales internacionales, un elemento que «sin duda aumentará durante este año 2013», según cree Neil Dekker, director del estudio.
En cualquier caso, los indicadores más recientes del mercado sugieren que los factores de carga de Asia al Norte de Europa y hacia el Mediterráneo son más altos para este año. Así, con una perspectiva optimista, Drewry prevé que la demanda global aumentará un 4,6% en 2013. Sin embargo, la consultora advierte que el mayor crecimiento de la capacidad de los buques dependiendo en qué ruta comercial puede representar un importante desafío para las compañías. En este sentido, no se debe ignorar que la tasa de crecimiento anual de las tres rutas principales de de comercio entre Oriente y Occidente en el período 2008-2012 ha sido sólo del 0,4%.
Respecto a las perspectivas económicas de las navieras, la consultora cree que debido a los éxitos del segundo y tercer trimestre del pasado año los armadores tendrán un beneficio conjunto cercano a los 1.500 millones de dólares. En cualquier caso, no todas las compañías finalizarán 2012 con beneficios.
Para este ejercicio, si los cargadores continúan participando en la cadena de transporte con costos razonables y las navieras administran cuidadosamente su capacidad en las diferentes rutas comerciales, que probablemente continuarán incorporando rebaja de tasas en diversos puertos, el beneficio para este 2013 podría situarse en los 5.000 millones de dólares.