Al lado del Decreto, y en la Ley de Estabilidad de 2016, que es como un cajón de sastre parecido a la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de las Cortes españolas, donde cabe casi todo, el Gobierno italiano ha tomado la iniciativa de primar el transporte marítimo de corta distancia (short sea shipping) entre puertos italianos y comunitarios, así como el tráfico ferroviario a través de los corredores de la red TEN-T que atraviesan el territorio italiano, con la creación de una subvención que ha denominado Marebonus, en el lado mar, y Ferrobonus, en el lado ferroviario, como su nombre indica.
Como es sabido, la Unión Europea mantuvo entre 2007 y 2010, en el ámbito del malhadado programa Marco Polo, una subvención al short sea shipping en las autopistas del mar (MoS), conocido con el nombre de Ecobonus. Esta subvención, que en el Mediterráneo puso en práctica el Gobierno italiano, se pagaba a los transportistas; y fue suprimida finalmente por la Unión Europea. A su final se registraron las protestas de muchos transportistas que nunca recibieron la subvención por parte del citado Gobierno, en la mayoría de los casos a causa de incorrecciones documentales o de otro tipo.
Hoy, varios Gobiernos europeos (entre ellos los de Italia, España, Portugal o Francia), han lanzado una iniciativa común que se está debatiendo en las agencias de la UE, a fin de restaurar esta subvención con el nombre de Eurobonus. Mientras llega, el Ejecutivo italiano, siempre rápido en la acción, pondrá en marcha su Marebonus y además un Ferrobonus, todo ello a cuenta del progresivo incremento de la intermodalidad (ferrocarril+buque) en los tráficos europeos y extraeuropeos. Lo que no está claro aún es quien percibirá la subvención: los armadores y operadores ferroviarios, o los transportistas. Tampoco está aprobada esta subvención por parte de Bruselas.
Su importe es de 200 millones para ambos, en entregas parciales durante los años 2016, 2017 y 2018, a cuenta del futuro Eurobonus.
¿Qué dirá la Unión Europea? ¿Aceptará la aplicación de los bonus? ¿No lo hará?
El proceso está dirigido por la Rete Autostrada del Mare, un ente dependiente del Ministerio de Infraestructura y Transporte, que coordina y galvaniza las iniciativas italianas en el ámbito comunitario y actúa, como es natural, como lobby de primer orden para los intereses italianos en Bruselas. Miramos hacia Italia y vemos una gran oportunidad de benchmarking acerca de cómo manejar una posición de privilegio en la Unión Europea.
Mientras, en España, con un Gobierno en funciones por lo menos hasta el mes de abril…
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