Deutsche Bahn, que lleva cinco años de pérdidas continuadas, (leer información relacionada), ha sido golpeada duramente por el inevitable Covid-19. Las pérdidas que espera la compañía en los próximos cuatro años son de 13,5 billones en sus ingresos.
Baja considerablemente el pasaje de larga distancia (como en la aviación) y repunta ahora ligeramente en la corta distancia, con señales de mejora en los próximos meses.
Pero, en lo que se refiere a la carga, las pérdidas son continuadas, así es que la compañía esta pactando con el Gobierno federal un préstamo de 8 billones que reharán, se supone, sus cuentas para 2022. Del grupo, la única empresa que tuvo beneficios en 2019 fue DB SCHENKER, bien conocido operador logístico.
DBahn se une así al coro de empresas de todo tipo de transporte que están viendo más que heridas sus cuentas de resultados y su situación financiera. La UE ya acepta –¡hay que ver para creer!- que los Estados entren en el capital de las grandes empresas al objeto de que no sean adquiridas por una bagatela por parte de los grandes grupos financieros; pero, en este caso, la empresa en cuestión es estatal, y entonces los que protestan por esta actuación del Gobierno federal son los operadores privados que lo ven un atentado contra la libre competencia.
¿Cómo están las cosas en casa?