Las zonas de mayor peligro, según se desprende del número de incidentes registrados sigue siendo el sudeste asiático (Indonesia, Malaysia, Bangladesh), zona a la que se ha incorporado Vietnam, con un número creciente de asaltos; y las aguas del Golfo de Guinea, sobre todo Nigeria y Costa de Marfil. Sin embargo, el asalto más grave se produjo el 15 de febrero, en la Marina de San Luis, cerca de Fortaleza, al nordeste de Brasil, donde un grupo de piratas asaltaron un yate holandés fondeado y mataron al propietario; su esposa pudo escapar a nado. Los piratas escaparon con el yate. También hay que señalar el asalto a un pesquero italiano frente a las costas de Libia, el 17 de abril, que se saldó sin daños personales.
El asalto más común lo protagonizan un grupo de entre 3 y 6 hombres armados con cuchillos o catanas y en ocasiones con armas de fuego, que acceden a bordo trepando por escalas o cuerdas con garfios, cuyo único propósito es robar pertenencias del buque sin tener que enfrentarse a los tripulantes. Excepcionalmente se ha dado el caso de un único ladrón armado y de asaltos en los que los ladrones han tomado rehenes mientras saqueaban el barco.