La naviera Maersk ha ordenado la construcción, en los astilleros de Hyundai en Corea del Sur, de ocho portacontenedores de 16000 TEU con doble alimentación de combustible, metanol verde y fuel tradicional VLSFO, para entrega en la primera mitad de 2024, con opción a 6 más para entregar en 2025. La configuración del aparato propulsor se realizará por un consorcio compuesto por MAN, Alfa Laval y la propia Hyundai.
Esta decisión, que sigue a la anterior iniciativa de la propia Maerks (Los nuevos combustible y la descarbonización, NAUCHERglobal 13 de marzo de 2021), de construir un portacontenedores de 21000 TEU propulsado por metanol para ser entregado en 2023, supone una decidida apuesta por este tipo de combustible, al menos por toda la vida útil de los buques, estimada en un mínimo de veinte años en términos generales.

El metanol verde (Green methanol o CH3OH) se consigue por procedimientos no contaminantes. El metanol verde se ha obtenido hasta ahora en laboratorio a partir de CO2 residual de procesos industriales y mediante un proceso catalizador se sintetiza con hidrógeno obtenido por electrólisis del agua producida con electricidad generada por energías renovables (aerogeneradores, placas solares…). El metanol es obtenido así por un procedimiento absolutamente neutro. Es, además, un combustible limpio que no general gases contaminantes en su combustión. Y tiene un almacenamiento sencillo y que se puede utilizar sin alterar de manera sensible los sistemas de propulsión de los buques.
También se puede obtener mediante el aprovechamiento de residuos de combustibles. El responsable del área en Maersk ha declarado que se necesitarán entre 35.000 y 40.000 toneladas anuales de e-metanol por cada buque, de modo que la intención es acudir a los dos métodos de producción del combustible.
Lo que resulta fuera de toda duda es que, con esta decisión, Maersk hace una clara apuesta por uno de los considerados como “combustibles del futuro”, que afectará sin duda a toda la carrera.