John Cota fue obligado a entregar su título después del accidente. En julio de 2009 fue condenado a 10 meses de prisión al ser declarado culpable de dos delitos menores por descarga ilegal de petróleo en la bahía y por causar la muerte a miles de aves.
En 2010, Cota solicitó al Coast Guard la rehabilitación de su título, que le fue denegada por motivos ajenos a la causa penal del accidente. Desde entonces, Cota se dedicó a preparar la apelación a la resolución del Coast Guard, considerando todas las opciones, con la esperanza puesta en poder volver a ejercer de práctico. El recurso lo presentó en febrero pasado.
El informe final del organismo investigador, National Transportation Safety Board (NTSB), sobre la colisión de 2007, establecía que John Cota era “consciente de la merma de su rendimiento por uso inapropiado de medicamentos prescritos”. El informe del NTSB por otra parte concluyó que el fallo del Coast Guard en “proveer de supervisión médica adecuada al práctico habida cuenta del diagnóstico médico y de la medicación que el práctico había manifestado al Coast Guard estar tomando” también fue un factor que contribuyó al accidente.
El pasado año, al parecer, Cota había trabajado en las oficinas de tierra de una compañía de remolcadores de la Bahia de San Francisco.