Teniendo en cuenta la escasez de medios técnicos alternativos disponibles actualmente para conseguir el cumplimiento de dichos límites, las empresas navieras tendrán en general que pasar de utilizar fuel oil pesado (con un cercano a los 565 dólares/tonelada) a diesel oil (que cuesta actualmente unos 870 dólares/tonelada, es decir un 54% más).
Esto supondrá un enorme aumento del coste de combustible para las empresas navieras, que llevan meses anunciando a sus clientes que se verán obligadas a aumentar sus tarifas de fletes. Dependiendo del tipo de servicio, la velocidad del buque y el porcentaje del servicio de transporte que se preste en el interior de la SECA, se están anunciando aumentos de entre el 5% (por ejemplo, para el transporte de un contenedor Asia-Norte de Europa) y hasta más del 25% (para un servicio ferry rápido que tenga todo su itinerario en la SECA).
Tangto es así que diversos estudios, encargados tanto por las propias navieras como por la Comisión Europea, prevén que esta situación provocará un trasvase modal del mar a la carretera, justo en el sentido inverso a los objetivos comunitarios en materia medioambiental, de ahí que el sector marítimo reclame el apoyo de las instituciones comunitarias para ayudar a cumplir con los nuevos requisitos… a un solo día para que cambien los dígitos del año.