Hace varios meses, tras las elecciones a la Generalitat de Catalunya, se percibió que Mercè Conesa dejaría su puesto en la presidencia del puerto de Barcelona. Hace aproximadamente un mes algunas quinielas ya situaban a Damià Calvet al frente de la infraestructura catalana lo que, tras la toma de posesión del nuevo Gobierno en la Generalitat, hace ahora tres semanas, era un secreto a voces. Ya, la semana pasada, Conesa y Calvet se reunieron para avanzar en el traspaso de la responsabilidad. Ayer saltó la noticia del relevo y, finalmente, esta mañana, se ha oficializado. La toma de posesión será –probablemente- en dos semanas.

Mientras tanto, queda trabajo, mucho trabajo y reuniones entre ambos para que esa transición sea ordenada y modélica, como no podía ser de otro modo. El acto de esta mañana en la sala de prensa del puerto y en presencia del vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró; y el presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo; permite vislumbrar una alternativa tranquila. Así lo quiere Mercè Conesa y también el que será su sustituto, Damià Cavet.

Ambos se conocen desde hace años, también con el vicepresidente. Conesa era la alcaldesa de Sant Cugat del Vallès, y Puigneró y Calvet tenientes de alcaldía en el propio consistorio. Significa, cuanto menos, una garantía. Calvet llegará al puerto catalán para “continuar el trabajo desarrollado por Conesa, pero también el de sus predecesores, Joaquim Tosas, Joquim Coello, Jordi Valls y Sixte Cambra” ya que “creo que una institución fuerte sabe reconocer una línea de continuidad”.
Elogios merecidos del exconseller a la aún presidenta en el acto de esta mañana: “Conesa es una gran presidenta, con quien he trabajado [como miembro del Govern] con lealtad y con rigor en temas estratégicos para todo el país”. No en vano, a la primera mujer que ha presidido el puerto en sus más de 150 años de vida, le ha tocado lidiar con momentos complicados y ha salido exitosa de casi todas las contiendas.
Balance positivo, pese a la pandemia

Se ha visto a una Conesa emocionada señalando que «no puedo dejar en mejores manos el liderazgo del puerto de Barcelona». En este sentido ha indicado que «Damià Calvet velará para que el puerto de Barcelona siga presente en la Champions League de los puertos del mundo». Ha recordado cómo en estos casi tres año de mandato “hemos tenido que afrontar un ciberataque, una pandemia, la negociación de una nuevo convenio colectivo complicado, la nueva regulación de la estiba, con las dudas que siguen hoy presentes, además de la crisis sanitaria, económica y la ambiental”.
Conesa ha agradecido a los trabajadores del puerto y al conjunto de la comunidad portuaria por haber pasado “juntos” estos momentos. “Barcelona ha demostrado ser un puerto resiliente y el tejido empresarial también” ya que la comunidad portuaria ha sabido entender que “de esta triple crisis debíamos salir conjuntamente, que no podía haber ganadores y perdedores”.
Calvet se pondrán en marcha «para que tengamos uno de los puertos más innovadores del mundo desde el compromiso absoluto con la sostenibilidad. Quiero mostrar cómo se pueden potenciar las infraestructuras desde un modelo económico ligado y centrado en la agenda verde». Estos son solo alguno de los retos que tiene por delante y es que es consciente de que “no hay que inventar nada. Se trata de buscar la excelencia”.
El puerto, como embajador de Barcelona
El puerto, para su nuevo presidente, debe representar a la ciudad y él, como máximo responsable, debe ejercer como embajador. Estaría bien que, desde el momento en que Calvet ocupe el despacho de la planta séptima del World Trade Center, al ayuntamiento de Barcelona se ponga también las pilas y ambas instituciones remen hacia la misma meta. Es necesario finalizar, de una vez por todas, un enfrentamiento que no lleva a ningún lado.

Como ejemplo, la llegada de los cruceros –el primero de ellos el próximo día 26 de junio- y la importancia que estos confieren al crecimiento económico de Barcelona. También el proyecto emblemático del Hermitage y la creación de un Hub de la Cultura en el recinto de Port Vell, entre otros planes paralizados o ralentizados de integración de puerto y ciudad. Calvet ya ha tenido una toma de contacto con la teniente de alcalde Janet Sanz (y con el alcalde de El Prat). Sería bueno para la ciudad y para la comunidad portuaria que la alcaldesa Colau baje de su pedestal y acuda al puerto sin condiciones previas. Seguro que Damià Calvet, por su talante, la recibirá con la mente abierta.
Y es que para el futuro presidente, el puerto debe ser «un agente dinamizador de Barcelona y de su área metropolitana, sin perder de vista la perspectiva catalana y mediterránea», ya que “es lo que le da sentido a esta proyección global de nuestra economía y sociedad”.
Elogios de Francisco Toledo

Tampoco se ha quedado corto en los elogios a Mercè Conesa el presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, que ha hablado del seny (sensatez, saber estar, ponderación…) de la todavía presidenta “algo que debería ser lo normal… pero que no siempre lo es”. Para Toledo, Conesa “ha sido una magnífica presidenta en tiempos difíciles de pandemia”. De ella también ha dicho que ha sabido ejercer un liderazgo huyendo de los personalismos y pensando en la mejora colectiva, “algo muy de agradecer”. En su turno de intervención Conesa la ha agradecido las palabras y “por haber podido reconstruir puentes que hoy nos hacen más fuertes, porque el mundo de hoy avanza a través de las alianzas”.

Ha aconsejado continuidad a la Calvet en la labor de presidente y ha recordado que “el mundo portuario no le es ajeno” y, en este sentido, “tendrás todo el apoyo de Puertos del Estado”, le ha dicho.
Autogobierno de las infraestructuras
Al vicepresidente y conseller de Políticas Digitales y Territorio de la Generalitat, Jordi Puigneró le ha tocado –quizá- la parte más política o institucional no sin antes elogiar a Mercè Conesa: “La visión, la estrategia que se ha llevado a cabo en los últimos tres años, la del smart and green port, es la que había que hacer para convertirlo en un puerto de referencia mundial”.

Para Puigneró “con el uso de tecnologías verdes debemos posibilitar que la contaminación que todavía generan las infraestructuras que provienen de la era industrial se adapten para ser más sostenibles”.
Ha respondido a una de las preguntas realizadas a Damià Calvet respecto al autogobierno del puerto. Mientras el futuro presidente ha señalado que “a mí me toca hacer de presidente del puerto, que quiere decir gestión, concertación entre administraciones en beneficio de la comunidad portuaria y de la economía del país; la política se hace desde el Govern”, Puigneró ha explicado que “no conozco ninguna Administración a la que no le guste poder gestionar sus infraestructuras”. En este sentido ha asegurado que administrar y gobernar puerto o aeropuerto “es una demanda permanente que tenemos sobre la mesa».
Retos de presente y futuro

En definitiva: en poco más de dos semanas dejará el puerto una Mercè Conesa que lega a Damià Calvet una infraestructura que vuelve a crecer después de meses de pandemia con descensos, y que del que se queda “con el talento de los profesionales de la comunidad portuaria”.
Queda mucho por hacer: desde los accesos a la mejora en la sostenibilidad económica, desde la mejora en la digitalización a la electrificación de los muelles, desde el cumplimiento de los ODS al apoyo a la emprendeduría, desde el prestar más atención a todos los sectores y subsectores del puerto a la apuesta por la cultura, desde la descarbonización al apoyo a las empresas… retos todos ellos que deberá afrontar, desde julio, el nuevo presidente Damià Calvet.