El primer incidente ocurrió el pasado martes, 5 de noviembre, cuando la fragata alemana FGS NIEDERSACHSEN, de la fuerza europea, impidió a diez piratas sospechosos alejarse de la costa. El segundo incidente sucedió al día siguiente en alta mar, a 460 millas al Sureste de Mogadiscio, cuando un buque mercante tuvo que repeler un ataque de cinco piratas armados.
Durante una de sus patrullas el buque FGS NIEDERSACHSEN avistó a dos buques pequeños -un ballenero que remolcaba un bote, cerca de la costa somalí. La tripulación de la fragata observó que, además de llevar a 10 hombres, el ballenero también portaba una decena de barriles de combustible y dos escaleras largas -equipos utilizados tradicionalmente por los piratas para lanzar ataques contra buques en el mar-.
Cuando la fragata alemana se acercó para llevar a cabo una investigación de proximidad los militares vieron cómo los hombres del ballenero descendían por las escaleras en plena mar, antes de dirigirse nadando hacia la costa.
A medida que los buques se acercaban a la costa mediante la fuerza de la corriente unas 80 personas en tierra ayudaban a los sospechosos a arrastrar los barcos de vuelta a la playa. La fragata alemana permaneció en el lugar, pero los piratas abandonaron la playa rápidamente.
Por su parte, en el incidente del día siguiente, un buque quimiquero con bandera de Honk Kong, en ruta desde Arabia Saudí a Mozambique, fue atacado a balazos por cinco hombres que portaban armas automáticas en una lancha rápida. El equipo de seguridad privada armada de a bordo fue capaz de repeler el ataque. no obstante, no hay reportes de heridos tras el ataque. Las fuerzas navales cerraron de inmediato el espacio marítimo para localizar a los sospechosos.
Según el almirante Bob Tarrant, de la Navfor, «está claro que los piratas somalíes todavía tienen la intención y la capacidad de salir a la mar para atacar a los buques. Estos ataques no sólo causan miseria a la tripulación de los buques y a sus familias, sino que también generan inestabilidad en el comercio mundial y en las rutas de ayuda humanitaria. Las fuerzas contra la piratería naval y la industria del transporte marítimo deben permanecer vigilantes para que estos piratas no tengan éxito».