En este caso se trata de la amenaza formulada por una gran parte de las tripulaciones de los buques de Hyundai Merchant Marine (HMM), de abandonar los buques y marcharse a trabajar para MSC, que hace unos días presentó en medios coreanos una oferta para contratar a oficiales y tripulantes con experiencia en buques portacontenedores de gran tamaño, Ultra Large Container Ships, de más de 10.000 TEU, con salarios de 13.000 $ para oficiales y 5.000 para marineros. Público era en ese momento el descontento de las tripulaciones de los buques de HMM, que tienen los salarios congelados desde hace más de dos años mientras el beneficio operativo de la compañía en la primera mitad de 2021, según datos de la propia HMM, ha sido de 2060 millones de dólares USA, el doble que en 2020.
HMM dispone de alrededor de 600 tripulantes para una flota de 78 buques portacontenedores, doce de los cuales son de 24.000 TEUS (prácticamente el mismo tamaño que los mayores de MSC).
Los sindicatos de los marinos de HMM le han dado de plazo a la compañía hasta el día 1 de septiembre para regularizar salarios, de otros modo, mas de la mitad de ellos indican que se irán a MSC.
Al lado de la gente de mar, están los empleados en tierra (alrededor de 900) que dan soporte y avalan la posición de sus compañeros de la mar, que sufren al parecer las mismas condiciones de congelación salarial.
El problema reside en que una detención de la mitad de la flota de HMM en el puerto de Busán ocasionaría un nuevo y grave perjuicio al transporte de mercancías Este-Oeste, no solo por la paralización de la flota, sino que también porque Busan es uno de los más grandes hubs del norte asiático, y la detención allí de dos o tres megabuques incrementaría en gran medida la carencia de equipo, congestión, etc., todas ellos graves deficiencias hoy en la cadena de suministro.