En su intervención en el Consejo de la OMI, que esta semana celebraba en la sede de la organización en Londres su 116º periodo de sesiones, el secretario general afirmó que el lema pensado para la próxima edición del Día Marítimo Mundial supondrá una oportunidad para trabajar con los países desarrollados y en desarrollo, la industria marítima, y los puertos de los sectores público y privado, con el objetivo último de identificar y promover mejores formas de actuación, y construir puentes entre los muchos y diversos actores implicados en dichos sectores.
En palabras de Lim: «El sector marítimo –que incluye el transporte marítimo, los puertos y las personas que trabajan en ellos– puede y debe jugar un papel significativo a la hora de ayudar a los estados-miembro a crear las condiciones para incrementar el empleo, la prosperidad y la estabilidad en tierra, a través de la promoción del comercio por mar; potenciando el puerto y el sector marítimo como creadores de riqueza tanto en tierra como, a través del desarrollo de la economía azul sostenible, en el mar».
«El objetivo es aprovechar el lema del Día Marítimo Mundial de 2016: «Transporte marítimo: indispensable para el mundo» para, sobre esa base, ayudar a los estados-miembro a, por un lado, desarrollar e implantar estrategias marítimas que adopten un enfoque común entre organismos que permita abordar la amplia variedad de asuntos relacionados, incluida la facilitación del transporte marítimo; y, por otra parte, ayudarles a mejorar la protección del medio marino, la eficacia, la seguridad de la navegación, y la protección marítima», dijo Kitack Lim.
De esta forma, la OMI seguirá contribuyendo al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG, por sus iniciales en inglés) que intentan dar respuesta a algunos de los retos a que se enfrenta el mundo en nuestros días –el aumento de la población, el cambio climático, las amenazas al medio ambiente, la explotación insostenible de los recursos naturales, las dificultades para garantizar la seguridad alimentaria, la amenaza que entrañan las organizaciones criminales y los extremistas violentos; y la inestabilidad que genera flujos de migración mixta, esto es, movimientos masivos de personas con perfiles y necesidades bien diferencias, debidos a causas atípicas y/o múltiples (refugiados, demandantes de asilo, migrantes económicos, menores solos, víctimas de tráfico de seres humanos, etc.).