Las posibilidades de encontrar con vida a alguno de los 6 restantes son muy escasas, en opinión de Peter Westenberg, del SAR holandés, pese a haberse dedicado a la operación de búsqueda 3 botes salvavidas SAR, 2 barcos de la armada holandesa, cuatro helicópteros y un avión SAR, en condiciones adversas de mar y viento, dándose por terminada la operación de búsqueda el jueves por la tarde. Once de los tripulantes del BALTIC ICE eran polacos, 6 de ellos, incluido el capitán, han sido salvados, según la embajada de Polonia en Holanda. El resto estaba compuesto por nacionales de Filipinas, Ucrania y Bulgaria.
El CORVUS J continuó a flote, sin daños a la tripulación, habiendo posteriormente buscado refugio por sus medios en el estuario del rio Scheldt, al sur de Holanda. El BALTIC ACE, abanderado en Bahamas, había salido de Zeebrugge, Bélgica, cargado de coches Mitsubishi, con destino a Finlandia. El director de Stamco Ship Management, Panagiotis Kakoliris, opinó que el siniestro se debió a una mala maniobra del CORVUS J, dada la buena visibilidad y buena mar habidas en el momento de la colisión, además de la fiabilidad del BALTIC ACE sustentada en su edad, de 5 años, y en la reciente reparación hecha en agosto. Por otra parte, El CORVUS J, de bandera chipriota, zarpó de Grangemouth, Escocia, con destino a Amberes. Su firma propieraria, Juengerhans, se ha limitado a ofrecer su cooperación en la investigación del siniestro.