Estas nuevas políticas exceden los requerimientos regulatorios internacionales y son el resultado de la revisión de las estrategias de seguridad operativa de la industria de los cruceros, proceso iniciado en enero de este año, por parte de ambas organizaciones.
Respecto a los chalecos salvavidas, la nueva reglamentación marca que su número debe superar ampliamente la capacidad de los buques (tripulación más pasaje) y deben ser guardados en las proximidades de los puntos de embarque de los botes salvavidas y ser fácilmente accesibles para su distribución por parte de la tripulación en casos de emergencia.
Por su parte, la política de seguridad para los objetos pesados establece que los trayectos transoceánicos de buques miembros de CLIA y ECC deben contar con herramientas en sus sistemas de gestión para asegurar los objetos pesados de forma permanente, incluso cuando estos no se utilicen o durante los temporales. Según las organizaciones, los objetos pesados, si no se fijan adecuadamente, tienen potencial para causar lesiones. A modo de ejemplo, los objetos pesados incluyen artículos como pianos, televisores, cintas de correr o los equipos de lavandería. Asimismo, anunciaron que la plena aplicación de esta política está en marcha y se completará en los próximos meses.
Respecto a la armonización de los procedimientos en el puente de mando, la nueva política contribuye a mejorar la seguridad operativa para lograr coherencia y mejorar la conexión en los procedimientos de los buques y empresas que forman parte de CLIA y ECC. Ambas organizaciones recomiendan rotar al personal de puente en diferentes buques y contribuir, de esta manera, a una mejora de las comunicaciones, no sólo a bordo de los cruceros, sino también en los procesos internos de cada empresa.
Según Christine Duffy, presidenta y directora ejecutiva de CLIA «estas tres nuevas políticas de seguridad se basan en otras siete políticas de gran alcance que la industria mundial de los cruceros ha adoptado desde enero de este año y que están ayudando a mejorar la seguridad de los pasajeros y de la tripulación, principal prioridad de nuestra industria».
Para Manfredi Lefebvre d’Ovidio, presidente de ECC, «esperamos continuar nuestra colaboración permanente con las numerosas partes interesadas a escala internacional con el objetivo de mejorar aún más nuestro nivel de seguridad, ya de por sí, excepcionalmente fuerte». Según el ejecutivo de ECC, «estas políticas destacan el compromiso por la armonización de las prácticas de seguridad en toda la industria -de los cruceros- y son el reflejo de la voluntad de adoptar y compartir las mejores prácticas siempre que sea posible».
Todas las medidas serán llevadas ante la Organización Marítima Internacional (OMI) a finales del presente mes, con el objetivo que sean estudiadas en el encuentro que tendrá lugar en mayo del próximo año.