El objetivo es impulsar la actividad económica y la creación de empleo, especialmente en el sector turístico europeo, manteniendo siempre los estándares de seguridad existentes.
Un estudio elaborado por la Comisión muestra que una buena política de visados puede derivar en un incremento significativo de las visitas procedentes de países emergentes como China, India y Rusia, que son una importante fuente potencial como emisores de cruceristas para la industria europea de cruceros. Esto podría significar un fuerte impulso para la industria de cruceros que ya genera 327.000 empleos y unos beneficios de 37.900 millones de euros anuales en Europa.
En concreto, CLIA Europa ha acogido con satisfacción la reducción del plazo de revisión de las solicitudes, la posibilidad de presentar la solicitud de la visa con seis meses de antelación y el establecimiento de un conjunto de normas sobre el proceso que incluyen una lista de documentos de apoyo más simple y exhaustiva.
La posibilidad de una concesión temporal de visados de corta duración para los países fronterizos podría también favorecer en gran medida a la industria de cruceros, que está dispuesta a apoyar a la Comisión en su objetivo de definir por categorías de beneficiarios y el ámbito geográfico de aplicación. La industria de cruceros seguirá de cerca el desarrollo de los visados de entrada múltiple, la cooperación consular, y el concepto de representación obligatoria, que tiene potenciales implicaciones positivas tanto para los turistas como para los marineros.
Pierfrancesco Vago, presidente de CLIA Europa, ha dicho que “como CLIA Europa, hemos recibido con gran satisfacción la propuesta de la Comisión, que mejorará considerablemente la política europea de visados. Continuaremos requiriendo esfuerzos de las instituciones políticas para garantizar la pronta implementación de las medidas. Una mejora en la política de visados impulsará la industria de cruceros y nos ayudará a contribuir aún más a la economía europea, mientras mantenemos un alto estándar de seguridad y control en los barcos, los puertos y los destinos. Se eliminará la burocracia para millones de potenciales turistas y se facilitará la visita de pasajeros de corta estancia procedentes de economías emergentes, lo que favorecerá que la experiencia de los pasajeros en el destino sea más positiva”.