La Direcció General de Pesca i Afers Marítims de la Generalitat de Catalunya (DGPAM), ocupa un rincón oscuro y olvidado dentro de la Administración catalana, uno de esos lugares donde puedes poner a quien convenga, piensan los altos dirigentes de los partidos, porque se trata de un órgano administrativo de escasa importancia, casi irrelevante, donde los errores no se notan y los aciertos no interesan. No es el único. Hay bastantes cráteres de parecidas dimensiones dentro de la ciénaga administrativa de Cataluña, y probablemente no es distinto en otras latitudes ni en otras longitudes.
El sistema no es corrupto, han afirmado sesudos analistas políticos, la corrupción es el sistema. No es que las más altas magistraturas del Estado y de las Autonomías lleven con suicida alegría delictiva el gasto público, que también. Es que los partidos gobernantes se reparten la Administración que ha de gestionar los intereses generales como los perros o las hienas se reparten la presa abatida, de forma que, desaparecido el interés común y general, sólo queda pelear por el partido, el partido es todo. Que se hunda la economía, que se vaya al carajo la educación y el orden público, la sanidad y la acuicultura, la justicia y el salvamento marítimo, pero que el partido gane las próximas elecciones, aunque sea llorando.
Porque si ganamos las próximas elecciones y formamos gobierno podremos poner de directora general a la señora Santmartí, cuyos méritos para ocupar el cargo son, tras dos años ejerciéndolo, completamente desconocidos, y cuyo paso por el machito sólo trajo fracasos, enredos y desmotivación. Y para sustituir a tal perla, pondremos al señor Ciuraneta, uno de los nuestros, difícil será que pueda hacerlo peor que la Santmartí, premiado hace algo más de dos años, por Resolución de 18 de julio de 2011, firmada por el secretario de Presidencia, Francesc Homs, con un suculento puesto de asesor del President, un sueldazo de nivel A-30 para dedicarse al partido (no a la Administración ni al país), por ejemplo a reclutar gente que jaleen la aventura soberanista del señor Mas y sus huestes.
En teoría, el asesor Ciuraneta Ríu debería pasarle al presidente de Cataluña rigurosos estudios sobre el mercado agrícola, o la evolución de la producción lechera, o las consecuencias para Cataluña de la Política Cómun Pesquera que está cociéndose en Bruselas. Pero el señor Ciuraneta Riu, flamante director general de pesca y asuntos marítimos de Cataluña, no tiene ni idea de todo eso, escribir le cuesta un mundo, él es un hombre de acción, un “político de raza”, qué le importa a él lo de Bruselas o los problemas de la flota pesquera. Él se patea el territorio en busca de complicidades con el partido, Convergencia i Unió en este caso, ligando lealtades, comprometiendo votos. Y está satisfecho con su trabajo político. Eso, dicen, es la política. Por eso, de ahí, esa deprimente afirmación: la corrupción es el sistema.
Al nuevo director general no se le conocen estudios ni oficio ni beneficio. La Redacción de NAUCHERglobal ha encontrado en la red un fastuoso powerpoint firmado por el señor Ciuraneta sobre “Oportunidades de negocio en Brasil”, cuya lectura recomendamos a cuantos estén interesados en los asuntos pesqueros y marítimos de Catalunya. Vale más el documento que mil palabras (anexo, en pdf).
Esperamos que, al menos, la gestión de Jordi Ciuraneta Riu al frente de la DGPAM no haga buena la desastrosa gestión de su antecesora, la señora Santmartí, aunque nos tememos lo peor.