El consejero de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, David Mascort, ha anunciado que el anteproyecto de ley del impuesto sobre las emisiones portuarias de los grandes barcos ya ha quedado terminado para que la Generalitat lo pueda aprobar en breve, previo dictamen del Consejo de Trabajo, Económico y Social. El texto ha superado la fase de audiencia e información pública y se han tenido en cuenta las alegaciones de todas las partes interesadas.
El consejero se ha mostrado satisfecho de poder dar cumplimiento finalmente al mandato parlamentario que encomendaba al Govern, a través de la Ley del cambio climático, la creación de este tributo, pionero en Europa al optar por no limitar, sino tasar, las emisiones e incentivar su reducción. Una medida que tendrá un impacto directo en la salud de las personas porque mejorará la calidad del aire que respiramos. Para Mascort, “es una cuestión de priorizar la salud, que las personas, vivan donde vivan, tienen derecho a respirar aire limpio”. El impuesto se inserta en el marco de las políticas ambientales que postulan, entre otros medidas, las de carácter fiscal, como instrumento para modificar conductas que comportan externalidades negativas sobre el medio ambiente. Así pues, la nueva medida pretende ser un incentivo para conseguir que las grandes embarcaciones con capacidad o volumen superior a 5.000 toneladas de arqueo sucio (GT) que atracan en los puertos de Cataluña reduzcan las emisiones por escala de los contaminantes atmosféricos óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas (*PM), sin que suponga un inconveniente para el desarrollo de la actividad económica.
El impuesto tiene carácter finalista y los ingresos que se deriven, estimados en unos 7,5 MEUR anuales, irán destinados a consolidar la transformación verde, dotando al fondo para la protección del ambiente atmosférico, que gestiona el Departamento de Acción Climática. Este fondo financia gastos e inversiones públicas en materia de protección del ambiente atmosférico y de mejora de la calidad acústica, y las políticas de prevención y mejora de la calidad atmosférica. Los últimos años ha financiado, entre otros, mejoras de la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación atmosférica (Xvpca) y proyectos de mejora del modelo de movilidad del Sistema Integrado de Movilidad Metropolitana de Barcelona (Simmb). Mascort se ha mostrado convencido que “nos hay que pulsar el acelerador de la transición verde, adaptarnos a los nuevos escenarios y mitigar los efectos negativos de todo aquello que hasta ahora no hemos hecho bien”.
Bonificaciones
Así pues, a partir de la entrada en vigor del impuesto, las empresas navieras y las armadoras de los transbordadores, tanques, portacontenedores, cruceros, petroleros, cargueros y otros considerados grandes barcos que atraquen en puertos catalanes tendrán un gravamen de 1 euro por kilogramo de NOx y PM emitidos por embarcación. Como que el objetivo es ambiental y no recaudatorio, se han establecido bonificaciones para aquellas naves que dispongan de un certificado acreditable de mejora energética, como el Green Award, el Clean Shipping Index (CSI), el Enviromental Shipping Index (ESI), o un certificado de registro al sistema de gestión y auditoría medioambiental de la Unión Europea (EMAS).
También se establecen reducciones de la base imponible por conexión a la red eléctrica del puerto y para la alimentación de todos los servicios del barco por energía eléctrica íntegramente suministrada por batería interna. Finalmente, se bonifican las escalas que realizan las empresas prestamistas del servicio de las líneas de interés público, con origen y destino a Palma, Maó o Ibiza. La carga tributaria mediana por escala que supone el impuesto será de 759 euros. El 44% de las escalas tienen una cuota inferior a los 300 euros, el 60% a los 500 euros y el 78% inferior a los 1.000 euros. Quedarán exentos del impuesto los grandes barcos que presten servicios públicos, los que se ven obligados a atracar o fondear en caso de peligro o y los que realicen actividades de ayuda humanitaria.