En este sentido, la AMSA ha programado, para hoy viernes, una visita de sus inspectores al SAM SIMON, único barco de la citada ONG abanderado en Australia, a fin de que investiguen la documentación y los registros relacionados a las denuncias presentadas por el Instituto Japonés para la Investigación de Cetáceos, sobre maniobras de los barcos ecologistas supuestamente infractoras del Reglamento Internacional para Prevenir los Abordajes (COLREG), que además pudieran haber sido causa de sucesos de contaminación en el santuario de ballenas del OcÉano Antártico. Y, como tal, sujeto a la Ley australiana.
La AMSA manifiesta que en el supuesto de infracciones al Reglamento de Abordajes el órgano podría poner el caso en conocimiento del Fiscal General de la Commonwealth a efectos de enjuiciamiento conforme a la Ley de Navegación vigente (Navigation Act 1912). Además, toda prueba documental que se obtenga, que sea relativa a buques abanderados en país extranjero, se remitiría a las autoridades marítimas de los países respectivos, conforme a las leyes internacionales.
Por su parte, Hammarstedt acusa de “ilegal” la pretendida operación de transvase de fuel, barco a barco, del petrolero panameño SUN LAUREL al buque factoría japonés NISSHIN MARU, abortada por el BOB BARKER, el 25 de febrero, al interponerse entre los dos anteriores. Maniobra de audacia extrema que no obstante le ocasionó las considerables averías sufridas en su proa al colisionar con el buque factoría.