Miles de panameños comenzaron a reunirse antes del amanecer para presenciar la inauguración de la ampliación del canal, agitaron con ímpetu la bandera nacional ante la llegada de la primera embarcación que iniciaría el recorrido.
El COSCO SHIPPING PANAMA, es el buque portacontenedores procedente de Grecia y que tiene como destino final Corea del Sur, mide 48,25 metros de manga y 299,98 metros de eslora y tiene una capacidad para transportar hasta 9.472 TEUs realizó el histórico cruce de las nuevas esclusas del Canal de Panamá. Esta embarcación pertenece a la naviera china homónima, la más importante del gigante asiático y una de las cinco más grandes del mundo con 800 buques mercantes y con una capacidad de carga anual de 400 millones de toneladas.
Con ese paso, quedó inaugurado el mayor proyecto de infraestructura de América Latina, una obra que redefinirá el futuro de Panamá y que cambiará las perspectivas de integración en el comercio de todo el hemisferio occidental y en el mundo.
El año pasado, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) gestionó el paso récord de casi 14.000 buques, el 2,9% más que en 2014, y un estimado de 40 tránsitos por día. Sin embargo, esos buques no podían transportar más de 5.000 contenedores.
Con la nueva apertura de las esclusas de Cocolí y Aguas Claras, se podrá dar paso a buques Neo-Panamax con mucha más capacidad. Esta nueva apertura incrementará la contribución anual de los ingresos públicos de un 2,2% a un 3,3% del PIB panameño.
El canal ampliado es una fórmula ganadora para toda la región. Los mayores volúmenes comerciales fruto de la ampliación tendrán un efecto dominó sobre todo en el Caribe y Estados Unidos. Los puertos de Kingston (Jamaica), Cartagena (Colombia), Miami, Los Ángeles y Nueva York han invertido miles de millones de dólares para poder recibir a los buques más grandes y ser parte de una ruta más eficiente hacia Asia y Europa.
Amplia presencia de delegaciones internacionales
Distintas delegaciones y autoridades internacionales llegaron a Panamá desde el viernes 24 de junio para participar de la histórica inauguración del canal ampliado, que tuvo lugar el domingo día 26. Entre ellos se encontraban el presidente costarricense, Luis Guillermo Solís; el presidente de Kosovo, Hashim Thaçillegó; el presidente del Canal de Suez, Almirante Mohab Mamish; el vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz; de Bélgica, el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Herman De Croo; o Georg Andrén, embajador en misión especial de Suecia, entre otros muchos.
Asimismo, desde tempranas horas del sábado, arribaron a suelo panameños la vicepresidenta de la República de Argentina, Marta Gabriela Michetti; el canciller de Paraguay, Eladio Loaiza; y una delegación japonesa liderada por el diputado Seishiro Eto.
También se unieron a la celebración el presidente ejecutivo de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, Luis Enrique García Rodríguez; y el director de la oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Jean-Luc Lemahieu.
En resumen, el acto protocolar de inauguración de la obra se realizó el domingo 26 de junio, contó con la presencia del Rey emérito de España, Juan Carlos I; alrededor de 10 jefes de Estado, unas 62 delegaciones de países y cerca de una decena de organismos internacionales.
El recorrido inaugural se inició a primera hora en las nuevas esclusas de Agua Clara, en el sector Atlántico, y finalizó en horas de la tarde en la esclusa de Cocolí, en la vertiente Pacífica. Las nuevas esclusas pueden acomodar los buques que llevan hasta tres veces la capacidad de los que utilizan las antiguas esclusas del canal.
Un canal más competitivo
El principal usuario del Canal de Panamá, por el que pasa actualmente cerca de 6% del comercio mundial, es Estados Unidos, seguido de China y Chile.
El número de buques que han reservado cupo para cruzar el nuevo canal ha aumentado en los últimos días hasta los 167, apuntó el subadministrador de la vía centenaria, Manuel Benítez, durante un recorrido con periodistas extranjeros por las viejas esclusas de Miraflores, en el lado Pacífico, y por el Centro de Entrenamiento de Maniobras a Escala.
En este sentido, “la mayoría de las reservas, 142, son portacontenedores. Tenemos también 17 buques GNL (gas natural licuado) y ocho cruceros», indicó Benítez.
El transporte de GNL es una de las oportunidades de negocio que se abren con la ampliación de la ruta. Hasta ahora, era un mercado que no se había explotado porque los buques que se usan en la industria energética, los conocidos como Neo-Panamax, no cabían por las esclusas antiguas.
La ampliación del canal se empezó a construir en el año 2007 con un coste inicial de 5.250 millones de dólares, es decir, hace casi una década, originalmente planeada para abrir en torno a finales de 2014 el centenario de la vía acuática. El control total del nuevo juego de esclusas fue entregado el pasado viernes por los consorcios Grupo Unidos Por el Canal (GUPC) que lidera la empresa española Sacyr e integran además Salini Impregilo (Italia) Jan de Nul (Bélgica) y CUSA (Panamá).
«Esta nueva ruta de tránsito es la punta del iceberg para que Panamá una vez más se consolide como el centro logístico de las Américas», dijo el administrador del Canal, Jorge Luis Quijano, mientras el buque se dirigió hacia el Océano Pacífico. «Y representa una oportunidad significativa para los países de la región para mejorar su infraestructura, aumentar sus exportaciones».
«Hay evidencia de que el Canal de Panamá, con esta expansión, es un jugador importante no sólo para el comercio marítimo regional sino a nivel mundial,» dijo Oscar Bazán, vicepresidente ejecutivo de la Autoridad del Canal de Panamá para la planificación y desarrollo comercial. «El canal es una apuesta ganadora. Los clientes se beneficiarán de un ahorro no sólo tiempo sino también dinero, porque el canal es una ruta que acorta la distancia».
Sin embargo, esta inauguración llega en medio de una calma en el transporte marítimo mundial, debido a la caída de los precios del petróleo, una desaceleración económica en China, que es el segundo mayor cliente del canal, y otros factores que han afectado el tráfico de la vía acuática y a los ingresos.
Mientras que las autoridades prevén aumentar el comercio entre Asia y puertos en la costa este Estados Unidos, quedan dudas de que no todos los puertos están preparados para manejar los enormes buques de carga de clase Neo-Panamax. Así, el volumen neto de carga a través del canal de la Costa Este de Asia hacia Estados Unidos cayó un 10,2% en 2015, según las estadísticas oficiales. Mientras tanto, el Canal de Suez en Egipto recientemente redujo los aranceles de hasta 65% en el transporte de contenedores en un intento de mantener su tráfico.
«Es importante recordar que el canal no crea la demanda. El canal abre la ruta. La oferta y la demanda a nivel mundial es lo que va a decidir si el Canal de Panamá realmente llevará más volumen o no», dijo Antonio Domínguez, gerente general para el líder mundial del transporte marítimo Maersk Line, que se mueve alrededor de un 14,2% del comercio mundial. «Lo que es seguro es que el canal actual ha llegado al máximo».
Puesto que el canal fue entregado desde el control de Estados Unidos a finales de 1999, la vía interoceánica ha generado cerca de 10.000 millones de dólares en ingresos directos al país y es responsable de aproximadamente el 40% de su PIB.
