Esta nueva directiva tendrá por objeto mejorar la gestión de las zonas costeras y la planificación de las actividades marítimas para asegurar que las actuaciones que se realicen sean tratadas de manera eficiente y sostenible. Así, mediante la coordinación de las diferentes actividades sectoriales, las políticas que conlleva esta iniciativa podrán beneficiar a la industria naval, la energética, la acuicultura o el turismo.
Los objetivos específicos de esta directiva pasan por garantizar el desarrollo equilibrado del territorio de las aguas marinas y de las zonas costeras, el desarrollo óptimo de las actividades marítimas y su clima de negocios, y una mejor adaptación a los riesgos y a los recursos de desarrollo costero, de una manera eficiente e integrada.
La directiva, además, es una continuación de la actual política marítima integrada del año 2007, y de la denominada Blue Growth Agenda, que se puso en marcha en 2012. Posteriormente, en marzo de este mismo año, la Comisión propuso una legislación para crear un marco común para la ordenación del espacio marítimo y la gestión integrada de las costas. Si bien cada país de la Unión Europea será libre para planificar sus propias actividades marítimas, la planificación local, regional y nacional en los mares compartidos ganará en compatibilidad a través de un conjunto de requisitos mínimos comunes.
El texto aprobado por la comisión parlamentaria hace hincapié en el seguimiento de criterios económicos y sociales, que deben estar al mismo nivel que los criterios relacionados con los ecosistemas, máxime cuando lo que se trata es de apoyar el desarrollo sostenible y el crecimiento en el sector marítimo.
El informe aprobado subraya también la importancia de compatibilizar el texto con la Convención del Derecho del Mar de las Naciones Unidas del año 1982 (Unclos, en sus siglas en inglés), especialmente en lo referente a la definición del ámbito geográfico, las estrategias de gestión integrada de las costas, y la ordenación del espacio marítimo.
Continuando en el ámbito geográfico, el informe aprobado reconoce que las zonas costeras son definidas por los Estados miembros en sus respectivas legislaciones nacionales. Además, la referencia a la necesidad de la conectividad entre tierra y mar a través de los enlaces multimodales (TEN-T) también ha sido incluida. Por último, el texto adoptado tiene como objetivo dotar a los Estados miembros de mayor flexibilidad a la hora de hacer frente a sus intereses y especificidades particulares en la aprobación de sus respectivas planificaciones territoriales marítimas y en la estrategia de gestión integrada de las costas.
La votación final del informe de la comisión de turismo y transporte está prevista para el próximo 10 de diciembre en el transcurso de la sesión plenaria del Parlamento Europeo, en Estrasburgo.