La innovación en sectores como la acuicultura, la biotecnología o la energía que proporcionan los océanos son puntos clave para la denominada “Economía azul”, tal como se reconoce en una comunicación de la propia CE sobre la innovación. Sin embargo, una serie de cuellos de botella obstaculizan estos esfuerzos. Entre estos está la falta de profesionales altamente cualificados, la falta de inversión en conocimiento y tecnología, y el lento progreso de los resultados de la investigación para pasar a la fase comercial.
Según el comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, “con estas convocatorias, la Comisión Europea da un paso más para crear las condiciones para el crecimiento azul en Europa: estamos desarrollando habilidades, estamos premiando la creatividad, estamos potenciando la tecnología. Con estos activos, estoy convencido de que la industria marítima europea puede llegar a ser pionera a nivel mundial en el crecimiento azul».
La inversión destinada en el marco del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca comprenderá tres convocatorias de propuestas:
– Se destinan 3,45 millones para el desarrollo de carreras profesionales dentro del sector, que se pondrán a disposición de aquellos que opten a los fondos, y dotarlos de empleo con habilidades necesarias para la marina y la economía marítima. Además se re-entrenará a quienes estén dispuestos a entrar en el sector, y se ayudará a las personas que ya trabajan en la economía azul a progresar en su carrera. También se pueden utilizar para hacer las profesiones marítimas más visibles y para atraer a los jóvenes talentos, en particular las mujeres
– A los denominados Blue Labs (centros de I+D+i), les corresponden 1,7 millones de euros: la Comisión está promoviendo estos laboratorios innovadores, donde los estudiantes y postgraduados recientes, formando equipo con con tutores experimentados de la comunidad empresarial local y el sector público, puedan hacer frente a las cuestiones marítimas y marinas. Esto podría significar, por ejemplo, el desarrollo de nuevas tecnologías para eliminar los desechos marinos como microplásticos o nanomateriales; la construcción de sistemas robóticos no tripulados para descubrir y proteger el patrimonio cultural subacuático; o encontrar la manera de que ciertos microorganismos marinos puedan ser utilizados para descomponer sustancias peligrosas.
– Por su parte, sobre la llamada tecnología azul, la CE ha dispuesto dispone un total de 2,52 millones de euros, que servirán para fomentar las asociaciones público-privadas que apoyen la transferencia de nuevas tecnologías y los resultados de la investigación en aplicaciones comerciales, y también para coordinar la inversión estratégica a nivel de las cuencas marítimas.