
Los puertos de Barcelona y Tarragona se han adherido hoy en el acuerdo de la Cumbre de la Calidad del Aire de Catalunya, un pacto que involucra en todos los municipios de más de 20.000 habitantes, diputaciones, agentes sociales y económicos. Este gran acuerdo de consenso, con medidas y actuaciones para mejorar la calidad del aire, ha quedado oficializado en el transcurso de la tercera Cumbre de la Calidad del Aire, celebrada esta mañana en Barcelona.
En la reunión han participado por primera vez, además de las Administraciones, representantes de los agentes sociales y económicos. Los acuerdos tomados conformarán la hoja de ruta para la mejora de la calidad del aire y tienen que ser incorporados como principios rectores del nuevo plan de mejora de la calidad del aire de Catalunya.
Los puertos de Barcelona y Tarragona y el resto de las administraciones y organizaciones que han adoptado este acuerdo se comprometen a:
– Reducir, como mínimo, un 10% las emisiones de NOx y PM generadas en 2025, tomando como referencia en 2019.
– Llevar a cabo las acciones estructurales necesarias para acelerar la mejora de la calidad del aire y tender, progresivamente, a lograr los niveles que recomienda la OMS.
– Dar continuidad a las estrategias coordinadas de información, sensibilización y educación ambiental para implicar a la ciudadanía y a la industria para que acontezca un agente activo y comprometido en la modificación de los hábitos que tienen incidencia en la calidad del aire y en su salud, velando por una transición justa que no deje nadie atrás.
– Apoyar en la investigación y promover el conocimiento de las causas y el comportamiento de la contaminación atmosférica en Catalunya, así como su impacto sobre la salud.
– Adecuar, si fuera necesario, las planificaciones y normativas al que establece este acuerdo.

Para la traslación práctica de estos compromisos se trabajan siete ámbitos de acción, uno de los qué implica directamente a los puertos: la sostenibilidad ambiental es una prioridad para los dos grandes puertos catalanes y así lo demuestra su adhesión a un pacto que reconoce el papel clave que las infraestructuras portuarias tienen en la estrategia de mejora de la calidad atmosférica. El documento recoge una serie de compromisos que tanto Barcelona como Tarragona asumen como propios y en que trabajan desde hace años:
– Garantizar que el 100% de la energía eléctrica comprada provenga de fuentes renovables e impulsar la electrificación de las instalaciones.
– Adoptar medidas técnicas y de operación para que los vehículos (buques, embarcaciones y aviones) reduzcan las emisiones de contaminantes atmosféricos.
– Promover entre las empresas portuarias y los usuarios del puerto los nuevos combustibles alternativos para la movilidad de las mercancías y pasaje basados en hidrógeno, biocombustibles y combustibles sintéticos.
– Establecer como criterio de adquisición de nuevos vehículos que estos sean 100% eléctricos, excepto en aquellos casos que, por necesidades del servicio, podrán ser de bajas emisiones; y promover la instalación de puntos de carga de vehículos eléctricos.
– En el caso del puerto de Tarragona, durante 2023, pondrá en funcionamiento la nueva terminal intermodal Puerto Centro y optimizará la terminal intermodal de La Boella, favoreciendo el transporte ferroviario de mercancías.
– En el caso de Barcelona, se trabaja con el objetivo que en 2030 el puerto tenga electrificados todos los puntos de atraque de los cruceros, de los portacontenedores y de los ferrys. Las primeras conexiones eléctricas de buques se prevé que se harán a finales de 2023 o principios del 2024 en la terminal de contenedores BEST y la Terminal Ferry de Barcelona.
El presidente del puerto de Barcelona, Damià Calvet, ha explicado una vez acabada esta cumbre que “la mejora de la calidad del aire solo se puede conseguir con un pacto de país como el que hemos conseguido hoy. La sostenibilidad ambiental es cosa de todos, también de las personas a nivel individual. Aun así, algunos de los agentes hoy presentes aquí, como el puerto de Barcelona, jugamos un papel capital en cuanto que motor económico y principal hub logístico del país”.

Calvet ha garantizado que “en el puerto de Barcelona somos plenamente conscientes de lo que nos jugamos y, por eso, hace mucho tiempo que trabajamos en la mejora ambiental: nos hemos convertido en un agente de cambio para la descarbonización del sector marítimo, portuario y logístico. Hoy, el puerto aporta el 2% del PIB de Catalunya y la operativa portuaria solo emite el 0,7% de las emisiones de CO2. Por lo tanto, y esto es muy importante para nosotros, generamos más riqueza que emisiones. Pero sabemos que no es suficiente y por eso ahora comenzamos un nuevo ciclo de inversiones ecoeficientes que nos permitirá reducir en un 50% las emisiones de CO2 de la operativa portuaria hasta el 2030 y acontecer un puerto neutro en carbono antes del 2050”.
Por su parte, el presidente del puerto de Tarragona, Josep Maria Cruset, ha declarado que ”hoy, el desarrollo económico no se puede entender ni desatar del respeto por el entorno natural y la lucha contra el cambio climático”. Además, ha añadido que “el puerto de Tarragona ha hecho suyos los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU y desde 2020 ha pasado a la acción con la implementación de un plan de sostenibilidad con 25 objetivos prácticos y más de 80 acciones con el objetivo de reducir un 99% las emisiones de CO2 de la autoridad portuaria”.
El presidente del puerto de Tarragona también ha destacado “la compra del 100% de la energía de fuentes renovables, la ampliación de las centrales propias de producción de energía solar, la reducción del consumo eléctrico dentro del dominio portuario y la renovación de la flota con vehículos eléctricos o híbridos, entre otros, como ejemplos de acciones concretas y efectivas para orientar la actividad portuaria hacia los estándares establecidos por la Unión Europea para conseguir puertos verdes”.
Cruset ha añadido también que “el puerto de Tarragona está trabajando en la electrificación de sus muelles, habiendo hecho ya los primeros trabajos de preparación del muelle de Baleares donde se está instalando la terminal de cruceros”.