La presidenta del puerto de Barcelona, Mercè Conesa, se ha comprometido a un cambio en el modelo actual de cruceros de la infraestructura barcelonesa, una vez se reprenda la actividad tras la pandemia de la Covid-19. Durante su intervención en un debate virtual organizado por la sociedad económica barcelonesa Amics del País, presidida por Miquel Roca, y con la colaboración de Tribuna Barcelona y el diario La Vanguardia, Conesa ha anunciado que el Plan Estratégico del puerto, que fija su horizonte en el año 2025, establecerá cambio en la ubicación de los cruceros y los ferries, “alejando las terminales de la ciudad, ubicándolas en el Muelle Adosado” e intentando reducir las emisiones que generan este tipo de buques.
En la conferencia, Conesa ha abogado por un “crucerismo más ordenado, ya que no podemos crecer en la recepción de rutas”. En este sentido, ha añadido que “los operadores están de acuerdo en reinventar el modelo de cruceros”. Este anuncio se produce después de que hace unos días, la presidenta del puerto revelara, en una entrevista concedida al canal de noticas 324.cat, que Barcelona quiere recuperar la actividad de los cruceros en verano con un protocolo que incluyera pruebas piloto y grupos burbuja.
Según el protocolo acordado con el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, que ahora deberá aprobar el gobierno central, los cruceristas deberán acceder al barco con una prueba PCR negativa. Además, el puerto se compromete a que se cumpla el protocolo y controlar las pruebas piloto con un equipo médico específico. Conesa admite que la parada de más de un año de los cruceros ha de servir para “reanudar la actividad de una manera más inteligente y menos invasiva para la vida de la ciudad, con un modelo de visitas reguladas y con menos impacto”.

Consenso con el Ayuntamiento de Barcelona
Con el objetivo de generar una estrategia compartida con la ciudad, Mercè Conesa ha explicado que el puerto y el ayuntamiento firmarán mañana una propuesta de desarrollo de la economía azul para reactivar la zona del Port Vell. Así, Conesa ha tendido la mano al consistorio barcelonés para consensuar la integración del puerto con la ciudad.
“El puerto no puede dar la espalda a la ciudad ni la ciudad al puerto y hemos de encontrar una zona de oportunidades a través de un diálogo diario, intenso y consolidado para transformar la actividad, siendo capaces de rebajar las emisiones”, ha indicado.
Entrando en los detalles sobre el Plan Estratégico que acaba de presentar el puerto, Conesa ha insistido en el objetivo de la entidad de que un 50% de los muelles estén totalmente electrificados en 2030 y que la instalación sea neutra en emisiones de carbono.
El papel de las infraestructuras en la recuperación
En la conferencia, que versaba sobre cómo reimaginar Barcelona desde el punto de vista de las infraestructuras y como estas pueden actuar como palanca de recuperación ante la crisis, el presidente de Saba Infraestructuras y ex responsable de Abertis, Salvador Alemany, ha rechazado la demonización de la utilización del coche en la ciudad de Barcelona. “Con la excusa de combatir el tema de las emisiones, no vale todo. El enemigo no es el coche, sino las emisiones y las congestiones, que es contra quién se ha de luchar”. Para logarlo, Alemany ha instado a un diálogo concertado entre los diferentes agentes y ha apostado por seguir incentivando fiscalmente la movilidad terrestre que se lleve a cabo con vehículos eléctricos.
Por su parte, el presidente de Ferrocarrils de la Generalitat, Ricard Font, ha recordado las pérdidas de más de 1.000 euros al mes y de cuatro horas al día que sufren los ciudadanos que entran o salen de Barcelona para ir a trabajar. Por eso, ha reivindicado la mejora de las conexiones ferroviarias para reducir la circulación de los camiones de transporte de las carreteras. En este caso, ha cifrado en 50 los trenes diarios que han de circular para reducir el tráfico diario de 24.000 camiones en el área de Barcelona.