El Cuerpo Nacional de Policía dirigió el simulacro, en el que también participaron el servicio de seguridad privada de la terminal, la Guardia Civil y la Policía Portuaria, así como los servicios médicos de Fremap.
Tras recibir el aviso por parte de la terminal, la Policía Portuaria y la Guardia Civil se desplazaron a la instalación para participar en las tareas de búsqueda y detención de los pasajeros ilegales, que estaban escondidos en diferentes puntos de la terminal. Uno de ellos fue rescatado por la Guardia Civil del Mar después de saltar al agua desde el barco para evitar su detención. Fremap también atendió uno de los polizones que se encontraba en estado de hipotermia.
Todos los pasajeros ilegales fueron puestos bajo custodia del capitán del buque para su repatriación, excepto el único menor de edad presente, que el Cuerpo Nacional de Policía derivó a la Fiscalía de Menores para su protección.
Con este tipo de prácticas el puerto comprueba los sistemas y procedimientos de comunicación en situaciones de crisis, así como el tiempo de respuesta y la capacidad de coordinación de todos los recursos e implicados. Estos simulacros se realizan de acuerdo con la normativa portuaria, que establece la obligatoriedad periódica de realizar este tipo de ejercicios.