El puerto de Barcelona intensificará en los próximos días los trabajos con las compañías crucerísticas para retomar la actividad en las próximas semanas, una vez el Procicat ha aprobado el plan sectorial para la actividad de cruceros en los puertos catalanes que incorpora los protocolos sanitarios que tendrán que seguir los cruceros que arriben a la costa catanala.
Esta autorización del Procicat a los protocolos en que el puerto de Barcelona y las navieras han estado trabajando en los últimos meses supone el inicio de la cuenta atrás para la vuelta de los cruceros al recinto de la Ciudad Condal este verano.
El retorno de la operativa de cruceros “se hará de forma totalmente segura. Llevamos muchos meses trabajando con las navieras para poder ofrecer a la ciudadanía una vuelta de los cruceros con garantías, cumpliendo con estrictos protocolos sanitarios diseñados por profesionales internacionales especializados. Estos protocolos no solo están pensados para los pasajeros y las tripulaciones de los barcos, sino que también quieren proteger de forma efectiva a los ciudadanos de los destinos”, ha añadido la presidenta del puerto, Mercè Conesa.
El parón de los cruceros desde el inicio del estado de Alarma, a mediados de marzo de 2020, ha permitido no solo trabajar en el retorno postpandemia, sino también evaluar las externalidades de esta actividad en las ciudades de destino y trabajar en su minimización, para conseguir un turismo de cruceros más sostenible, tanto a nivel medioambiental como económico y social.
Pese la aprobación de los protocolos sanitarios, todavía es pronto para fijar una fecha concreta de inicio de actividad: los cruceros necesitan algunas semanas de anticipación para estar en condiciones óptimas de operatividad, tanto para reposicionar los barcos en los puertos de inicio del recorrido como para preparar el propio barco y a la tripulación. Pero la autorización recibida ya permite tanto a los puertos catalanes como las navieras trabajar con unos objetivos claros de retorno. De momento solo se podrían hacer cruceros de cabotaje porque carecen todavía de la autorización de Sanidad Exterior para poder operar cruceros internacionales desde Barcelona.
“Después de meses de espera, consideramos la aprobación de los protocolos sanitarios por parte del Procicat una excelente noticia tanto para la industria de cruceros como para la ciudad de Barcelona y para Catalunya. Quiero recordar que la situación económica actual de muchas familias en nuestro país es realmente delicada y que la reactivación progresiva de los diferentes sectores económicos, a medida que la gravedad de la pandemia va menguando, no es solo necesaria sino que es clave para poder recuperar los puestos de trabajo perdidos”, concluye la presidenta del puerto.
El sector de cruceros da trabajo directo en Barcelona a más de 9.000 personas y su facturación anual en Catalunya es de 1.083 millones de euros, con una contribución al PIB catalán de 562 millones de euros.