El presidente del puerto de Barcelona, Damià Calvet, acompañado entre otros por Joan Pere Gómez o Manuel Galan, estuvieron ayer presentes en las oficinas de la naviera Baleària en el recinto catalán para reunirse con los ejecutivos de la compañía que estaban encabezados por su presidente, Adolfo Utor.
Según nos ha llegado, fue un encuentro muy cordial y, el primero, al menos que recordemos, en que un presidente de la autoridad portuaria se desplaza al espacio de oficinas de la naviera, una de las de mayor actividad de la infraestructura catalana, pese a que Calvet y Utor ya se han visto en diferentes ocasiones. En cualquier caso visitar in situ a un concesionario también permite conocer de primera mano las necesidades de estos.
Y, precisamente, en muchas de estas necesidades concuerdan plenamente los responsables de la compañía y los del puerto, fundamentalmente en aspectos de sostenibilidad en todos sus frentes: medioambiental, económica-financiera o social. En este sentido, ambos presidentes coincidieron en su valoración después del encuentro. Para Calvet “la innovación y la sostenibilidad social y ambiental son los ejes vertebradores de Baleària que nosotros compartimos como institución. Hoy, hemos podido intercambiar objetivos de futuro con su presidente». Utor, por su parte, remarcaba, al margen del compromiso de innovación y sostenibilidad «el carácter local que nos define. Unos valores capitales para continuar manteniendo nuestra competitividad».
Reducción de los GEI
En el encuentro, sabemos que desde la naviera se puso énfasis en su proyecto medioambiental y la importancia que dan al gas natural licuado (GNL) como combustible que propulsa su flota. Recordar, en este sentido que la compañía realizó el año pasado 218 operaciones multitruck-to-ship en el recinto catalán, el que más del conjunto de los puertos de interés general, que permite la conexión simultánea al barco de dos o tres cisternas de GNL, haciendo que sea posible suministrar las cantidades necesarias de combustible durante los cortos tiempos de escala de los ferris. Durante el 2021 operaron en Barcelona cinco buques de Baleària propulsados a GNL que utilizaron más de 27.000 m³ de este combustible, cifra que supone un 41% del total suministrado en el recinto.
Barcelona es, para Baleària, un puerto principal en su estrategia y que concede a la naviera aproximadamente la mitad de su cifra de negocio. En su momento, con Jordi Valls al frente de la autoridad portuaria, la compañía optó por instalarse en el muelle de Poniente y el concurso público acabó en manos de Grimaldi, que construyó su flamante terminal de short sea shipping.
Quizá sería bueno para ambas partes, puerto y naviera, alcanzar un acuerdo para gestionar un nuevo recinto/terminal –público, como harán en el caso de Valencia, por ejemplo- y más cercano… porque llevar toda su operativa al rincón más alejado del muelle Adosado, tras los atraques y terminales para los cruceros teniendo en cuenta que, desde siempre, han estado al lado de la ciudad (en la terminal del muelle de Barcelona) es extraño de ver. Opciones existen, sólo sería cuestión de ponerse de acuerdo. Quizá esto repercutiría también en una mayor –y necesaria- presencia de Baleària a nivel social/ciudadano, como ya ocurre en Dènia o Valencia y, por supuesto, en Baleares. Un win-win, que dicen algunos.
Calvet, por su parte, puso encima de la mesa los proyectos de sostenibilidad que está llevando a cabo el puerto de Barcelona y, fundamentalmente, en el apartado de electrificación de los muelles con el objetivo de reducir a cero la huella de carbono en el plazo fijado en el plan estratégico. El muelle Adosado se electrificará… y para el de Sant Bertran también está previsto hacerlo.
En cualquier caso siempre es bueno que haya un entendimiento y coincidencia entre los gestores de una infraestructura como el puerto de Barcelona y una empresa naviera y de terminales como Baleària.