El rechazo a recibir el barco de rescate AQUIRIUS en puerto italiano, medida tomada por el ministro del Interior, Matteo Salvini, tomada sin la intervención de la Guardia Costera, que es el organismo competente en el país trasalpino sobre las aguas jurisdiccionales y los puertos (recordemos el siniestro del COSTA CONCORDIA), supone de facto un serio problema para la marina mercante que navega en el Mediterráneo. El ministro Salvini, líder de la Liga Norte y del separatismo padano, proclama como una victoria una decisión que traerá muchas consecuencias para buques y armadores si no se contempla adecuadamente el problema.
Entorno marítimo y eventosGente del marInternacionalSalvamento MarítimoSeguridad marítima