La profesión de marino y la vida a bordo de los buques mercantes ha cambiado de forma sustancial con la introducción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. El GPS (Globlal Positioning System) ha convertido al cronómetro y al sextante, instrumentos imprescindibles de la navegación astronómica, en objetos perdidos en el fondo de algún armario del puente de gobierno del barco. Y los automatismos, a base de sensores y alarmas, ocupan hoy las consolas de puente y máquinas.