Y todo por una muy sencilla razón. Los países productores de petróleo no reducen sus niveles de extracción. Los tanques en tierra están llenos. Los iraníes van a ponerse a producir a toda máquina en cuanto cedan las sanciones y si no se vende para consumo, habrá que almacenarlo. ¿Dónde? Pues en los superpetroleros (VLCC y ULCC), de modo que sus armadores, felices por el nivel de los fletes; y los inversores y entidades financieras, satisfechos y esperanzado.
A todo lo largo del año 2016 no parece que vaya a haber grandes cambios respecto de esta situación.