Desde hace varias semanas, en los mentideros de la capital se venía insinuando la idea de que la ministra de Transporte (Mitma), Raquel Sánchez, tenía previsto cambios en el denominado Grupo Fomento. Esta mañana, hemos podido recabar informaciones que apuntan al cambio en la presidencia del Organismo Público Puertos del Estado. Así, Francisco Toledo dejaría el cargo en manos de un hombre de la casa: Álvaro Rodríguez Dapena que, posiblemente, sea oficializado en el próximo Consejo de Ministros.
De darse esta circunstancia sería un gran acierto por parte del Mitma: Rodríguez Dapena había sonado como presidenciable del OPPE en anteriores ocasiones. De hecho, ya en 2009, antes de nombrarse para el cargo a González Laxe, su nombre también estuvo en la terna de candidatos. Es, de hecho, el alma mater de Puertos del Estado, donde hasta el momento ejerce como director de desarrollo y planificación.
Insistimos en el acierto porque el futuro presidente es un profesional implicado (muchas veces fuera de los focos) desde hace más de dos décadas en el organismo gestor de los puertos españoles de interés general, habiendo ostentado diferentes cargos y siendo el máximo responsable del desarrollo del marco estratégico del sistema portuario.
Doctor ingeniero técnico superior de caminos, canales y puertos, Álvaro Rodríguez Dapena tiene un consenso máximo como figura para relanzar el sistema portuario. Persona dialogante, de la que todo aquel a quien se pregunte habla maravillas y, ante todo, gran conocedor de la empresa y del sector. Sin ir más lejos, en junio de 2017, durante la celebración de un SIL, NAUCHERglobal decía de él que «es de personas dentro de la entidad pública con una mente más clara y que sabe cómo expresar sus ideas».
Ya entonces, él mismo, en una ponencia sentaba cátedra señalando que «para mejorar las infraestructuras se debe tender hacia una reasignación de los recursos y, para lograr esta reasignación, es muy necesario el uso de las nuevas tecnologías, ahora al alcance de casi todos. Los puertos deben estar integrados en red, pero no únicamente a nivel del transporte, sino en una infraestructura digital que, estando en pleno desarrollo, ya es capaz de mostrar sus virtudes y potencialidades». Sin duda, unas ideas concisas de hacia dónde debe ir el sistema.
También será un acierto el hecho de impulsar el organismo a partir de profesionales que conozcan la casa. Ya lo hizo en su momento el ministerio de Fomento con la Dirección General de Marina Mercante, al poner a Benito Núñez Quintanilla al frente. Y no es que Francisco Toledo lo haya hecho mal, al contrario. Todo apunta a que volverá a Valencia: quizá en sustitución de Aurelio Martínez en la autoridad portuaria de la capital del Turia. Su éxito en la gestión en Castellón y en OPPE lo avalarían.
También es necesario un cierto período de tranquilidad en Puertos del Estado y dejar que los profesionales puedan desarrollar sus propuestas en el medio y el largo plazo. Tras la salida de Llorca y su séquito, que dejaron el Organismo patas arriba, la presidencia de Puertos del Estado ha tenido demasiados inquilinos en poco tiempo: desde Ornella Chacón, a Salvador de la Encina pasando por Francisco Toledo. En pocos días será oficial el cambio. Habrá más tiempo para hablar del mismo y de sus implicaciones. Por lo pronto, deseamos aciertos al futuro presidente.