Las leyes vigentes en la zona del golfo de Guinea exigen que el personal armado a bordo de los buques haya sido suministrado por las fuerzas de seguridad de un país de la zona, pero algunas agencias consignatarias, para ahorrar costes, han embarcado personal armado reclutado a su aire.
Los piratas que operan en el gofo de Guinea secuerstraron 10 buques y atacaron a 58 durante el pasado año, según el International Maritime Bureau, con sede en Londres.