Se supone que los aerogeneradores, que funcionan con la acción del viento, absorben una gran parte de su velocidad, hasta el 79%, dejando los vientos de un huracán en unos aceptables 120 kilómetros por hora o menos, lo que además reduciría la magnitud del oleaje, que suele arrasar las costas.
Todo ello, naturalmente son cálculos y modelos matemáticos que generarán seguidores y detractores; pero a nosotros no nos cabe duda de que se necesitaran medidas imaginativas para mitigar los catastróficos efectos de los sucesos meteorológicos extremos que previsiblemente se sucederán en el Caribe en los próximos años.
El estudio del científico habla de 79.000 aerogeneradores a lo largo de la costa, lo cual representa un coste billonario. Habrá que seguir el tema.