Dos de las quejas principales entorno a las que ha girado el debate, incluidas en el resumen de las 23 alegaciones presentado por Miquel Guarner, secretario general de ADIN, han sigo las siguientes; por un lado, que las concesiones y los precios de los amarres obstaculizan el desarrollo del sector, por lo que se podría considerar un modelo portuario similar al francés, con muchos puertos básicos de titularidad municipal y otros, con más servicios, de titularidad privada; y por otro, el continuismo del anteproyecto que, según Guarner, beneficia a los inversores y a las grandes esloras mientras que ADIN propone un modelo socialmente más popular, medioambientalmente más respetuoso y funcionalmente más cogestionado.
Por parte de la FCV, Xavier Torres, declaró que “más del 50% de los puertos catalanes son gestionados por clubs náuticos con finalidades sociales y deportivas, y sin afán de lucro además del gran arraigo que tienen muchos de ellos en las respectivas poblaciones”.
Para finalizar la intervención, Guarner sostuvo que “un sector que genera entre 8.000 y 10.000 puestos de trabajo directos y que en el pasado había tenido una potente industria con astilleros de renombre europeo, tendría que tener más apoyos”.