Ayer día 3 de mayo fue el Día de la Libertad de Prensa, según los planificadores internacionales del consumo y el entertainment. Un día apropiado para loar la libertad, defender a la prensa y denunciar las prácticas contrarias a una y otra. El día justo para contarles una historia que sucedió en febrero de 2016. Una tarde, a mediados de mes, nos llegó a la Redacción de NAUCHERglobal un documento de alto valor informativo: un proyecto de decreto del Gobierno para cumplir las exigencias que la Comisión Europea imponía a España para cumplir con las leyes de la competencia en el tema de la estiba. Nos pusimos en contacto con un alto funcionario de la Comisión para verificar el documento y analizado éste decidimos publicarlo al día siguiente.
La noticia del proyecto de decreto fue recogida por todos los medios de comunicación especializados y por algunos generalistas. No todos cumplieron con el deber de citar el medio que había dado la noticia.
Al día siguiente, la importancia de la publicación hizo que todos los puertos españoles de interés general quedaran paralizados por la noticia. Los empresarios y trabajadores de la estiba no habían sido informados ni habían participado en la elaboración de aquel documento, surgido desde las profundidades del organismo público Puertos del Estado. Por la mañana recibimos en NAUCHERaglobal sucesivas llamadas de Eva Miquel, directora de comunicación de Puertos del Estado y esposa del entonces secretario de Estado de Transportes, Julio Gómez-Pomar. La señora Miquel, muy exaltada, nos reprochó que no le hubiéramos consultado la publicación de la noticia; nos informó que habíamos roto una maniobra diseñada por el presidente de Puertos del Estado, José Llorca; y nos conminó bajo penas terribles a que le dijéramos quien nos había entregado el documento. Por supuesto, nos negamos. Nuestro deber era publicar la noticia sin parar mientes en la grasa política que la noticia pudiera llevar adherida. Y además le advertimos que en ningún caso íbamos a revelar nuestras fuentes, protegidas legalmente por el derecho al secreto profesional.

Gómez-Pomar, Miquel y Llorca, en Miami
Días antes del hecho narrado, la empresa editora de NAUCHERglobal había pactado con Puertos del Estado un contrato de patrocinio, al que sólo faltaba la publicación del anuncio en la plataforma informativa. Pero la operación murió ahogada en el silencio. Nunca más pudimos hablar con la señora Miquel ni con el presidente de Puertos del Estado, a quienes llamamos y escribimos varias veces. Y no sólo eso. Allí donde la mano rencorosa de Llorca y Miquel podía mangonear se nos cerraban todas las puertas. Su espíritu vengativo e innoble -una venganza estúpida, por otra parte- duró hasta que ambos abandonaron sus cargos en Puertos del Estado y fueron sustituidos por personas de mayor talento político, menos proclives a las amenazas y al engaño y más respetuosas con los derechos y libertades fundamentales.
La publicación en NAUCHERglobal de aquel proyecto de decreto quebró el propósito de José Llorca de hacer pasar la nueva regulación de la estiba como un acuerdo cerrado con la Comisión Europea, y por tanto muy poco discutible por empresas y trabajadores. Naturalmente, en la Redacción de NAUCHERglobal ignorábamos esa maniobra. Sencillamente cumplimos con el deber elemental de un medio de comunicación: contar las noticias contrastadas con rigor. Fácil de entender, muy fácil, excepto para los aprendices de brujo y los directores y directoras de comunicación que ejercen de censores y controladores. Y si no te inclinas y te sometes, intentan ahogarte.
La libertad de prensa es condición y requisito indispensable de la democracia. ¡Viva la libertad de prensa!