Hace unos días, publicábamos un artículo, en el que reivindicábamos las siete vidas de los barcos rusos ‘Sormovskiy’, basándonos en su longevidad y en sus múltiples usos. Buques de carga seca, indicados para la navegación fluvial, cargas generales y madera, barco de pasajeros, embarcación de recreo… pero más allá de estas características, la vida de estas embarcaciones esconde otra realidad no tan exitosa ni próspera.
Sin ir más lejos, el pasado 17 de enero, el buque M/V ARVIN se partió en dos en el fondeadero del puerto turco de Bartin, causando siete fallecimientos. El barco, un ‘Sormovskiy’ de 45 años de edad transportaba 2.902 toneladas de urea de Poti (Georgia) a Burgas (Bulgaria). En un primer análisis del accidente, el capitán de la Marina Mercante y profesor emérito de la Facultad de Náutica de Barcelona, Mariano Badell, explicaba en un artículo en NAUCHERglobal, que la embarcación, diseñada para navegar en ríos y aguas abrigadas, iba repleta de carga, poniendo en riesgo la misma y a la tripulación.
Esta observación ya nos ofrece una primera conclusión esencial de la trayectoria de los ‘Sormovskiy’. Después de la desaparición de la URSS, en el año 1991, estos barcos se vendieron a precio de saldo a navieras extranjeras o se fletaban a un coste muy bajo, ya que se registraban con banderas de conveniencia. De hecho, el M/V ARVIN que se hundió en aguas turcas era un buque construido en 1975, abanderado en Palau, y con 114 metros de eslora, 14 de manga, 3,80 metros de calado, 2.516 toneladas de registro bruto y 3.509 de peso muerto.

Limitados a navegar por el Báltico
La antigüedad y el mal estado de estos barcos han provocado que estos se limiten a navegar por el Mar Báltico, ya que Organización Marítima Internacional (OMI) rechaza que lo hagan por las costas de la Europa Occidental. A pesar de que después del proceso de venta por parte de la extinta URSS, determinados barcos ‘Sormovskiy’se perdieron o se hundieron todavía hoy navegan alguno, como el SORMOVSKIY 3067, construido en 1970, que cubre una ruta entre Noruega y Rusia en 11 días.
En el citado análisis de Mariano Badell, realizado después del accidente del M/V ARVIN, se constata que los barcos ‘Sormovskiy’ están diseñados para operar en ríos, por lo que no están preparados para el oleaje en mar abierto.
En el caso del El M/V ARVIN, construido hace 46 años, el material del barco, el acero, también supone hoy en día un factor de reducción de la vida útil del buque. Pese a todos esos factores, aprovechando que los fletes de los barcos ‘Sormovskiy’ resultaban económicos y que se podían registrar con banderas de conveniencia, estas embarcaciones continuaron navegando.
Prohibido en París
Hace dos años, El M/V SORMOVSKIY-32, con unas características y una edad similar al M/V ARVIN, fue prohibido por Rusia en la región del Mou de París. El buque enarbolaba la bandera de las Comoras. Durante las inspecciones, se encontraron 15 deficiencias, de las que siete de ellas fueron motivo de inmovilización. Como se trataba de la segunda orden de denegación de acceso, el barco estuvo posteriormente sin navegar durante un año.
Hace menos de un año, en marzo de 2020, el SORMOVSKIY 3060 operaba descargando madera en el muelle de Port Clarence Riverside Ola (Alaska). Esta misma semana, un modelo similar cubría la ruta entre el puerto de Sunderland (Reino Unido) y Riga (Letonia), según el portal Marine Traffic. Son los penúltimos coletazos de unos buques que, pese a todas las aventuras sufridas durante sus más de 45 años de vida, y condenados por la OMI por la falta de seguridad que presentan, se resisten a desaparecer totalmente.