El puerto de Barcelona realizó ayer un simulacro de vertido en aguas abiertas, que ha comportado la activación del Plan Interior Marítimo (PIM), de lucha contra la contaminación, para evaluar el tiempo y la capacidad de respuesta de todos los implicados en estos operativos. Este ejercicio forma parte de la política de prevención y minimización de riesgos en el ámbito del medio ambiente y la seguridad del puerto.
El simulacro se ha realizado con la participación del centro de control de la Policía Portuaria, que se ha encargado de la coordinación de las comunicaciones, la compañía de amarres Cemesa, la compañía de remolcadores Rebarsa y el departamento de medio ambiente del puerto de Barcelona, responsable del PIM.
Este ejercicio se ha organizado siguiendo la siguiente cronología: una embarcación detecta un vertido contaminante en aguas abiertas, entre la bocana Sur y la zona de fondeo del puerto de Barcelona; el centro de control del puerto contacta con el responsable de medio ambiente, que activa el alerta del PIM y ordena a una embarcación del servicio de amarre que se traslade hasta el vertido para hacer la verificación y evaluación; una vez se ha verificado, se activa la fase de emergencia Cero del PIM del puerto de Barcelona, y se comunica a todos los implicados; seguidamente, se moviliza un remolcador, que carga a bordo la barrera anticontaminación del puerto y se traslada hasta el vertido; el remolcador rodea el vertido y se coloca el skimmer, o aspirador, que se encarga de retirar el mismo.
Una vez finalizada el simulacro, los diferentes implicados evaluaron como se ha desarrollado cada parte de la que son responsables y como se ha coordinado el conjunto del ejercicio. Para los organizadores, ha sido especialmente importante conocer los tiempos necesarios para completar cada una de las actuaciones (carga de la barrera en el remolcador, traslado hasta la zona de vertido, despliegue de la barrera, etc.) y saber si los medios empleados son suficientes y adecuados.