El BRI (Belt Road Initiative), la herramienta del Gobierno chino para promover una hegemonía en la economía mundial, siempre bajo el amparo de la multilateralidad; incide en industrias y áreas estratégicas de la infraestructura de los países escogidos: Grecia fue uno de ellos con la toma de participación de Cosco en la actividad marítima de El Pireo en 2008, que se materializó con la adquisición del 51% de la PPA (Piraeus Port Authority) en 2016, participación que aumentará un 16% hasta llegar al 67% este 2020.
El Pireo se ha convertido en el puerto de contenedores de crecimiento más rápido en Europa y desde luego en el Mediterráneo con sus tres terminales de contenedores que presentan capacidad superior a los 5 millones de TEUs.
Situación este que sufrirá un notable cambio con la inversión anunciada por Cosco y publicitada en medios griegos de una inversión superior a los 100 millones de dólares a emplear en la modernización y expansión de las tres terminales citadas esperándose alcanzar un capacidad de 8.000.000 de TEUs, y contando con proyectos que posiblemente veremos ejecutados en un futuro próximo que llevarán a El Pireo a llegar al techo de los 10.000.000 de TEUs. Además, también se invertirá una parte de la cifra en la zona de astilleros para construcción y reparaciones.
No podemos dejar de mencionar el China – Europe Land/Sea Express Route, objeto también de inversiones por parte del Gobierno chino y que muy pronto contará con un moderno ferrocarril que unirá a una velocidad de 200 Km/h, según estimaciones, El Pireo con Skopje (capital de Macedonia), Belgrado (capital de Serbia) y Budapest (capital de Hungría), lo que hará de el puerto de El Pireo el hub por excelencia entre el Sur de Europa y la Europa central.
Resalta con claridad la apuesta china, que está siendo seguida de cerca por la Unión Europea, nada feliz por estas inversiones de un tercero en pleno territorio económico de los 27 y con una red TEN-T todavía en construcción.