La justicia surcoreana ha emitido esta misma mañana su texto de condena de 36 años de cárcel por homicidio culposo para Lee, absolviéndolo de homicidio doloso y descartando la pena de muerte (que en la práctica Corea tampoco aplica desde el año 1997), tal y como reclamaban los familiares de los 304 fallecidos en el grave accidente, así como la propia fiscalía (ver información relacionada).
Como en toda tragedia, el capitán fue el chivo expiatorio para las autoridades del país asiático (algo parecido a lo que pasó en España con el PRESTIGE y Mangouras) incapaces de asumir las operaciones de rescate y de condenar, sin ir más lejos, el lamentable estado de los botes salvavidas.
En el transcurso del juicio el capitán Lee se ha mostrado, sobre todo, abatido, desconsolado… A nadie le cabe en la cabeza que con una maniobra buscara la ejecución de los pasajeros, como ha querido hacer ver la fiscalía. Sin embargo, su condena está justificada, por cuanto él mismo ha reconocido los daños causados y la propia situación, así como el haber sufrido un ataque de pánico en ese momento y retrasando la operación de salvamento.
Además, en el mismo proceso, el Tribunal de Gwangju también ha condenado a 30 años de cárcel al jefe de máquinas (por homicidio por abandono de un compañero herido), a otros 20 al primer oficial y a 15 años al segundo oficial del buque siniestrado. A estos se les ha acusado de omisión del deber de rescate en el momento del hundimiento del buque. No así al capitán que, como publicó NAUCHERglobal, era rescatado por los servicios de salvamento (ver información relacionada). Los once tripulantes restantes, han sido condenados a penas de entre cinco y diez años de cárcel, según afirman los medios surcoreanos.
Continúan, por otro lado, varios procesos abiertos contra funcionarios y directivos de la empresa naviera y la propietaria del buque que pretenden depurar sus responsabilidades en este caso. Recordar que el armador del buque, el magnate Yoo Byung Eun, fue encontrado muerto «en extrañas circunstancias» a mediados de junio (leer noticia relacionada). En los últimos meses se han destapado varias irregularidades, también en funcionarios de inspección marítima, que podrían haber provocado el naufragio.
Finalizadas las operaciones de salvamento
Junto a la sentencia, el Gobierno coreano ha informado de la finalización de los trabajos de rescate de las víctimas que aún quedan en el pecio que se ha llevado la vida de dos buzos en el transcurso de estos meses. El SEWOL todavía permanece hundido en aguas del Suroeste del país con nueve cuerpos desaparecidos.
La operativa de salvamento ha sido considerada desastrosa desde varios ámbitos internacionales. Tanto es así que la presidente coreana, Park Geun-Hye lamentó los errores de la operación de rescate de las víctimas y aceptó la dimisión, entre otros, del primer ministro del país, Chung Hong-won por la «mala gestión de numerosos problemas, desde las medidas preventivas antes del accidente hasta la respuesta inicial del Gobierno y los pasos dados después».
Recordar que los equipos de rescate sólo han podido rescatar a 172 personas con vida, todas ellas horas después de producirse el naufragio. La deficiente gestión de la Guardia Costera del país asiático ha sido considerada tan lamentable que incluso la presidenta del Gobierno decretó la disolución del servicio de guardacostas hace unos meses.