El puerto de Bilbao no deja de sumar jornadas de huelga desde hace más de un mes por parte de un colectivo de estibadores que ven peligrar sus puestos de trabajo y las condiciones laborales ante la negativa de las empresas a negociar el nuevo convenio si no finalizan antes los paros. Se trata de una situación donde todos están sufriendo las consecuencias: los trabajadores por motivos obvios, pero también las propias empresas, sin olvidar el nombre y la marca del puerto de Bilbao y la pérdida de los tráficos derivada de éste.
Ayer por la mañana, desde las empresas que forman parte de Bilboestiba respondían con un comunicado a la rueda de prensa de los trabajadores del pasado lunes. En su texto apelaban al arbitraje «como la fórmula más justa y transparente para solucionar el conflicto».
En la decisión todo gira alrededor de las tareas complementarias, pero también de la elevada eventualidad: los trabajadores creen necesario mantener las complementarias en el convenio, mientras que las empresas se escudan en su ilegalidad, basándose en las sentencias de la Unión Europea y los visos de la Comisión Nacional de la Competencia.
En este sentido, desde Bilboestiba señalaban que «la solución arbitral deberá garantizar el cumplimiento escrupuloso de la legalidad y de las resoluciones establecidas por las Autoridades de la Competencia en relación al ámbito funcional del servicio portuario de manipulación de mercancías, del cual está expresamente excluido cualquier actividad vinculada con las tareas complementarias, asegurando con ello el cumplimiento de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de 11 de diciembre de 2014, así como el Real Decreto-ley 8/2017 y el Real Decreto-ley 9/2019».
El V Acuerdo Marco y una CNMC dolida
El problema también viene de que aún no se ha llegado a un convenio sectorial a escala estatal ya que sindicatos y patronal (Anesco en este caso) siguen negociando e intentando incorporar al futuro texto del V Acuerdo Marco las objeciones de una CNMC que parece dolida por el palo que le dio el Tribunal de Luxemburgo…
Todos saben que negociar un convenio propio (en este caso el que afecta a los trabajadores del puerto de Bilbao) a partir de las directrices marcadas por el V Acuerdo Marco estatal debería facilitar toda la negociación y hasta mejorarla. No obstante, las empresas de Bilboestiba (CSP al margen) jugaron sus cartas previamente: recordar que son miembros de Asoport, la entidad escindida de Anesco y cuyas empresas tienen amplios intereses fundamentalmente en la cornisa cantábrica.
El conflicto llegó ayer al Senado
En este punto, muchos de los trabajadores de la estiba de Bilbao creen que los han abandonado a su suerte: en un intento por mediar, ayer la senadora de EH Bildu en la Cámara Alta, Bideguren Gabantxo, trasladaba al ministro Ábalos la preocupación por el conflicto, al tratarse de la huelga más larga en un puerto estatal desde el año 1986: «Los estibadores quieren mejorar sus condiciones laborales –dijo- pero sobre todo quieren acabar con los incumplimientos del convenio y, ante la continua amenaza de disolución necesitan garantizar su empleo y reducir la alta temporalidad». Para la senadora, «la liberalización de la actividad ha traído más eventualidad» y, en el caso de Bilboestiba con trabajadores que llevan los últimos 12 años encadenando contratos diarios, explicaba.
La política vasca explicó ante el pleno del Senado cómo los estibadores “han sido ninguneados y criminalizados” y que la resolución del conflicto “debe pasar por la vía de la negociación y no por la de la imposición”. También recordó que los trabajadores “no comparten el arbitraje que han solicitado algunas voces ya que supondría limitar el derecho a la huelga”.
En su respuesta, el ministro José Luis Ábalos pareció mandar balones fuera calificando la huelga de “conflicto laboral más allá de que se produzca en un espacio estratégico del que se tiene responsabilidad desde el ministerio”. Ábalos señaló que el Mitma tiene “muy poca capacidad de intervención dada la autonomía”. El ministro dijo también que se trata de la renovación de un convenio del año 2013 “y el problema viene porque las regulaciones europea y estatal no aceptan este convenio”.
Reconocía Ábalos que tanto las empresas estibadoras como el Gobierno vasco les habían solicitado la mediación. No obstante “no nos gustaría tener que intervenir de manera forzosa a través de un arbitraje obligatorio, que debería ser aprobado en Consejo de Ministros” y del que los propios trabajadores reniegan. Ábalos finalizó su intervención apelando al diálogo y al entendimiento entre las partes. “Desde el Gobierno queremos que haya negociación, pero tenemos que asumir el marco jurídico”, señaló.
Lo que parece, de las palabras del ministro, es que el Gobierno está cogido de pies y manos. Pero no por no poder mediar en la solución de conflicto y sentar a las partes en una mesa de diálogo, que podría… sino porque, en plena negociación de los Presupuestos del Estado de 2021 y con el apoyo del PNV a los mismos, no parece que la estrategia del Ejecutivo central vaya a pasar por generar un fuego cruzado con el Gobierno del País Vasco a costa del puerto de Bilbao. Máxime cuando desde la presidencia de la autoridad portuaria al Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Gobierno Vasco parecen estar más alineados en la posición que defienden las empresas…
El diálogo, sin arbitraje obligatorio, como solución
En cualquier caso, tiene razón el ministro cuando indica que el conflicto debería solucionarse con una mesa de diálogo y preservando la legalidad que impone la Unión Europea. Resulta raro que no haya habido más que dos conversaciones formales entre empresas y trabajadores desde que se iniciara la huelga… y desde posiciones muy distantes. Observar en este punto que un arbitraje obligatorio no sería bueno –a priori- para ninguna de las partes: los estibadores porque presumiblemente perderían las tareas complementarias que demandan. Y las empresas porque deberían hacerse cargo del más de centenar de estibadores eventuales y hacerlos fijos del centro portuario de empleo… en caso de no disolverlo, opción que siempre tienen encima de la mesa.
Finalmente, muchos de los trabajadores de Bilboestiba se muestran muy molestos, tal como ha podido recabar NAUCHERglobal, con la escasa intervención de los sindicatos a escala nacional, fundamentalmente por parte de la cúpula de Coordinadora, sindicato mayoritario en el sector de la estiba. “Nadie nos apoya y no hacen por entender la situación que estamos viviendo, por mucho que vinieran de visita hace un par de semanas”, nos han explicado. En este sentido “si el conflicto hubiera sido en Algeciras, Valencia, Barcelona… o Tenerife [puerto matriz de Antolín Goya, líder del sindicato] se habría movilizado toda España en su apoyo: los de Bilbao los primeros”, critican. Algunos comentarios, sobre todo a través de las redes sociales, no dejan lugar a la duda. Una voz autorizada desde Bilbao opina que “los compañeros [de otros puertos] deben entender que si la situación en Bilbao acaba como desean las empresas, éstas tendrán más fuerza para hacer lo mismo en otros puertos, como ya ha sucedido en Sagunto”, dice. En cualquier caso, también desde las redes han agradecido las muestras de apoyo de otros colectivos y también a escala internacional, a través del IDC.